Aitana lo confirma: "Soy de flechazos y vivo el amor de otra forma"
La artista catalana se sincera en ‘El Hormiguero’ sobre la depresión que atravesó tras grabar su documental y cómo esta experiencia ha cambiado su forma de sentir
La cantante Aitana Ocaña, una de las voces más influyentes del panorama musical actual, ha sorprendido al público con una confesión íntima y honesta durante su visita al programa El Hormiguero, donde acudió para presentar su nuevo álbum ‘Cuarto Azul’, disponible desde este viernes 30 de mayo. En una conversación cercana y sin tapujos, la artista ha hablado abiertamente de su salud mental y de cómo esta ha influido en su forma de vivir el amor.
Aitana, que acaba de arrasar en el Movistar Arena con una Listening Party exclusiva para sus fans, ha decidido dar un paso más allá y abrir su corazón. Aprovechando una pregunta del presentador Pablo Motos a raíz de su tema Sentimiento natural, una colaboración con Myke Towers sobre los flechazos amorosos, la cantante no dudó en sincerarse.
“Sí, soy de flechazos… aunque ahora lo vivo de otra manera”
“Creo que sí soy de flechazo, pero no me he enamorado muchas veces. Muy poco. Era más cuando era adolescente”, confesó Aitana, sorprendiendo a todos con su naturalidad. Según explicó, esta transformación en su manera de sentir está relacionada con el tratamiento que sigue desde hace unos meses, tras ser diagnosticada con depresión.
“Las emociones ahora las siento más reguladas, y eso también lo noto a la hora de querer a alguien. Estoy más serena. Me parece bonito, pero es otra forma de vivirlo”, reflexionó, añadiendo con una sonrisa que, en el fondo, sigue creyendo en el amor a primera vista: “En realidad te estoy mintiendo, soy de flechazos”.
Un diagnóstico que lo cambió todo
Durante la entrevista, la exconcursante de Operación Triunfo también abordó el difícil momento personal que atravesó tras la grabación de su documental Metamorfosis, cuando empezó a notar que algo no marchaba bien: “Me di cuenta de que estaba bastante mal durante el rodaje”.
“La cara se me hinchaba, no paraba de llorar… La depresión es una condición médica real, no es simplemente estar triste”, explicó con serenidad. El punto de inflexión llegó cuando llamó a su padre desde la cama y le dijo que no podía más. “Mi padre venía en el AVE y salió corriendo. Vinieron también mis mejores amigas. Yo no dejaba de llorar y fue mi madre quien me dijo: ‘Vamos al psiquiatra’. Ahí me diagnosticaron”, recordó emocionada.
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