El entorno de Paloma Lago confirma su "única preocupación" tras la denuncia por agresión sexual

Desde que el pasado 27 de diciembre Paloma Lago interpuso una denuncia por presunta agresión sexual contra Alfonso Villares, exconselleiro do Mar de la Xunta de Galicia, la reconocida modelo y presentadora ha optado por un silencio absoluto y un aislamiento voluntario.

El caso ha ganado notoriedad tras la admisión a trámite por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y la posterior dimisión de Villares para afrontar el proceso judicial sin el blindaje del aforamiento. Este hecho marcó un punto de inflexión en la exposición pública del caso y desencadenó un fuerte impacto mediático.

Desde entonces, Lago no ha salido de su residencia en Cabo Prior, en Ferrol, donde se mantiene arropada por su familia y un entorno de amigos muy cercano que ha decidido proteger su intimidad en un momento extremadamente delicado.

“Está tocada”: el testimonio de una fuente cercana rompe el silencio

Aunque hasta ahora el entorno de Paloma se había mantenido en un silencio absoluto, una persona próxima a la presentadora ha ofrecido algunas declaraciones en exclusiva al diario El Español. Esta fuente, que ha preferido mantenerse en el anonimato, ha compartido cómo se encuentra realmente la ferrolana tras el estallido del caso.

“Paloma está mal, tocada. Todo este revuelo la obliga a revivir lo ocurrido constantemente. Y eso no es fácil de sobrellevar”, ha asegurado. Según explica, la principal preocupación de la exmodelo no es su imagen pública, sino el bienestar de su madre, Chus Gómez Deaño, quien atraviesa un proceso de duelo tras perder a su esposo el pasado mes de enero.

Una decisión difícil y cargada de consecuencias personales

El proceso judicial ha abierto una etapa compleja para Paloma Lago, quien ha decidido mantenerse al margen de los medios mientras la justicia hace su curso. Según esta fuente cercana, la ferrolana no tiene intención de dar declaraciones públicas por ahora, aunque no descarta hacerlo una vez que finalice el proceso judicial.

“Se lo pensó mucho antes de denunciar”, añade la fuente, subrayando que la decisión fue tomada con plena conciencia del impacto emocional y social que implicaría, tanto para ella como para su entorno. “Sabía que su familia iba a verse salpicada. Su padre, Quico, era una persona muy querida en la zona, una figura respetada”, comenta, en referencia al conocido empresario gallego fallecido recientemente.

Justicia, no protagonismo: el enfoque de Lago ante el proceso

Pese a la presión mediática, Paloma Lago ha optado por no utilizar su plataforma pública para dar visibilidad al caso, algo que podría haber hecho dado su historial profesional y su proyección mediática. En cambio, ha optado por mantener una actitud discreta y reservada, centrada en que los hechos sean valorados por los tribunales y no por la opinión pública.

La gravedad del asunto ha llevado a especulaciones en algunos medios sobre la posibilidad de que la agresión denunciada pudiera implicar sumisión química, una hipótesis que, por el momento, no ha sido confirmada oficialmente y sobre la que el entorno de Lago no ha querido pronunciarse.

El momento más difícil de su vida

La fuente consultada no duda en describir esta etapa como “la más dura” que ha vivido Paloma Lago. Más allá de su trayectoria profesional o de su vida pública, hoy se muestra como una mujer que está tratando de afrontar un proceso doloroso con dignidad y fortaleza, apoyada únicamente en su familia y sus afectos más cercanos.

Por el momento, todo indica que la prioridad de Lago es cuidar a su madre, mantenerse en un segundo plano y confiar en que la verdad saldrá a la luz por los cauces legales correspondientes. Una actitud que, pese a su discreción, revela coraje y determinación ante una situación profundamente sensible.