Anna Ferrer, hija de Paz Padilla, se pronuncia sobre la polémica generada por el logo de su marca
Lo que debía ser una semana de celebración para NoNiNá —la firma de moda de Anna Ferrer Padilla, hija de Paz Padilla— se ha visto ensombrecida por una intensa polémica en Zahara de los Atunes en torno al logotipo de la marca: una “raspa” de pescado estilizada que, según los denunciantes, forma parte del patrimonio cultural local.
El origen del conflicto lo han protagonizado varios comerciantes de Zahara que recibieron burofaxes exigiendo la retirada de productos con raspas impresas, alegando que vulneraban la marca registrada de NoNiNá. Entre ellos, una empresaria local aseguró en televisión que la propia Paz Padilla se había personado en su tienda para demandar la retirada inmediata de artículos con imágenes semejantes al logo de la firma.
La respuesta de Anna Ferrer
A través de un comunicado en redes sociales, Anna Ferrer aclaró que el diseño de la raspa está legalmente registrado desde 2019 por la Oficina Española de Patentes y Marcas, al igual que el nombre NoNiNá y varias de sus frases comerciales. “No estamos reclamando todas las raspas del mundo, sino nuestra raspa: con nuestra forma y trazos únicos”, defendió la joven empresaria.
Subrayó además que proteger su identidad visual es fundamental para evitar confusiones o usos que pudieran perjudicar la imagen de la compañía: “No podemos permitir que se usen logos muy parecidos al nuestro ni para lucrarse, ni para asociarse indebidamente a nuestra marca”.
Entre tradición y propiedad intelectual
Los críticos en Zahara arguyen que la raspa de pescado —muy frecuente en la artesanía y la iconografía local— debería considerarse un símbolo de uso común. Sin embargo, desde el equipo legal de NoNiNá insisten en que el registro de la marca garantiza “el derecho exclusivo” sobre el diseño concreto que utilizan en ropa y accesorios.
Pese a la firmeza de sus argumentos, Anna Ferrer cerró su declaración con un guiño a la convivencia: “Si alguien se ha sentido ofendido, lo siento. Nuestra intención nunca ha sido entrar en conflicto con el tejido económico de Zahara”.
Este gesto busca apaciguar los ánimos mientras la marca se prepara para su gran hito:
Próximos pasos
Con Zahara en el punto de mira y la prensa enfocada en su desembarco capitalino, NoNiNá deberá equilibrar ahora la defensa de sus derechos de propiedad intelectual con el respeto a las tradiciones locales. En los próximos días, está previsto que se celebren encuentros entre representantes de la firma y los comerciantes afectados para explorar vías de diálogo y posibles colaboraciones futuras.
Lo cierto es que, a pesar de las cámaras y los focos que rodean a Paz y Anna, en esta ocasión será un pequeño símbolo —la raspa de un pez— el que marque el ritmo de una polémica que promete prolongarse más allá de la inauguración madrileña.
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