Una ciudad catalana inspira al chef Jordi Cruz, la estrella Michelin más joven de España

Jordi Cruz, reconocido como uno de los chefs más influyentes de España y jurado habitual del programa MasterChef, no solo ha dejado huella en las cocinas de Barcelona y Madrid, sino que su inspiración más profunda proviene de una ciudad catalana que moldeó su pasión culinaria desde la infancia. Con tan solo 24 años, se convirtió en el chef más joven del país en conseguir una estrella Michelin, un galardón que consolidó su trayectoria y le abrió las puertas a reconocimientos, premios y restaurantes de prestigio.

La ciudad que vio crecer a Jordi Cruz combina historia, cultura y patrimonio. Sus calles conservan un legado medieval muy bien preservado, con plazas y callejones que transportan a la época gótica y renacentista. Entre sus principales atractivos destaca una imponente basílica gótica que domina el horizonte urbano y una cueva emblemática vinculada a la historia religiosa y cultural de la zona. Además, parques como el Parque de la Agulla ofrecen espacios naturales donde vecinos y visitantes pueden disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad.

El vínculo de Jordi Cruz con esta ciudad es evidente desde niño. Nació a finales de los años setenta y se formó en la Escuela Superior de Hostelería local. Con apenas siete años ya cocinaba platos sencillos como judías con patatas y aceite de oliva, una receta de su abuela que le inspiró a seguir una carrera en la gastronomía. En 2019, pronunció el pregón de la Fiesta Mayor local, un gesto que reafirma su orgullo por los orígenes y su conexión con su ciudad natal.

A pesar de la fama, Jordi Cruz mantiene vivo ese lazo y reivindica la importancia de recordar de dónde viene. Su trayectoria combina innovación y tradición, y el orgullo por su ciudad catalana ha sido un motor fundamental en cada éxito. Desde los fogones hasta los platós de televisión, Jordi Cruz demuestra que las raíces y la cultura local pueden inspirar una carrera que traspasa fronteras. Esta ciudad no solo vio nacer a un chef excepcional, sino que sigue formando parte de su identidad y de su legado gastronómico.