“Calladitas estáis más guapas”, un divertido desmadre con mensaje feminista (Teatro Poliorama)

Reseña de esta divertida obra teatral

|
Catalunyapress calladitasteatre

 

Catalunyapress calladitasteatre

 

El Teatro Poliorama incorpora como novedad una sesión “golfa” semanal a las 23 horas, hora intempestiva en los esquemas horarios actuales del teatro aunque es la misma en la que años atrás daba comienzo la sesión de noche porque las llamadas “golfas” entonces lo hacían tres horas más tarde. Hay que reconocer que, al menos en lo que respecta a los espectáculos, es bien cierto que los horarios de nuestro país se han europeizado bastante. En todo caso, esta “golfa” del Poliorama está prevista exclusivamente para los viernes previendo que es para muchos la víspera de un finde festivo.

 

El espectáculo programado se titula “Calladitas estáis más guapas” y el mismo enunciado ya invita a suponer que se trata de una propuesta original. En efecto, corre a cargo de tres actrices, Sil de Castro -a quien vimos en la última etapa de El Molino en manos privadas-, Jéssika Rojano y La María Rosa que han articulado una función sumamente divertida, desopilante, lenguaraz y descarada en la que las tres, individual o colectivamente, se desmelenan contando situaciones chuscas y experiencias absurdas mientras critican estereotipos, prejuicios y actitudes machistas. Dicho de otro modo, se trata de un espectáculo militantemente feminista pero que huye de toda tentación o de adoctrinamiento porque lo que pretende es sencillamente concienciar a los espectadores a través del buen humor, de la diversión y del entretenimiento.

 

En cada una de las funciones y con las tres protagonistas hay siempre dos colaboradoras externas que en el día de la primera función fueron una muchacha joven y una señora mayor -creo que dijo que tenía 71 años-, que aportan la frescura de quienes saben hacer divertir desde más allá de las bambalinas de un teatro.

 

Como cabe suponer, un espectáculo de este tenor es esencialmente participativo y los espectadores se subsumen en las propuestas de las intérpretes con naturalidad y entusiasmo. No es necesario contar con escenografía alguna, puesto que, además, este show comparte escenario con la obra principal en cartel en este mismo coliseo, pero sí se dispone de una pantalla en la que se van situando mensajes que subrayan o redondean el texto de la función. Una experiencia muy grata de la que todo el mundo sale con renovado optimismo y con la convicción de que, como quien no quiere la cosa, ha escuchado muchas verdades. 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA