“Diskòdrom 0’0. No només sexe”: relatos eróticos con aire de discoteca (Gaudí)
“Diskòdrom 0’0. No només sexe” es una función estructurada en torno a cuatro monólogos de las autorías citadas que interpretan respectivamente Anna Cerveró, Andrea Grau, María Ten y María Clausó.
La estructura del espacio escénico del Teatro Gaudí rompe con la tradición del teatro a la italiana y la acción dramática gira siempre en torno a un rectángulo central en cuyos cuatro lados se acomoda el público que puede, de esta manera, sentirse plenamente inmerso en el espectáculo. Una estructura que permite todo tipo de experiencias, casi siempre novedosas. Pero pese a que ya estamos acostumbrados a vivir cualquier propuesta inédita, nos llamó la atención el ambiente con que nos encontramos al entrar en la sala la última vez que acudimos a un estreno. ¿Se había transformado el Gaudí en una discoteca? Porque música disco sonaba por los altavoces y un grupo de personas se encontraba bailando despreocupadamente sobre la pista central. Este ambiente festivo duró hasta que llegó la hora programada para iniciar la función que se había anunciado con el título de “Diskòdrom 0’0. No només sexe” y que según el programa de mano se basa en textos de Montse Arolas, Denis Çelik, Andrea Grau y Vita W. Berry.
Todo nos invitaba a pensar que estábamos a punto de presenciar un espectáculo poco convencional y a fe que tal perspectiva se cumplió con creces. En realidad “Diskòdrom 0’0. No només sexe” es una función estructurada en torno a cuatro monólogos de las autorías citadas que interpretan respectivamente Anna Cerveró, Andrea Grau, María Ten y María Clausó, todas ellas dirigidas por Ever Blanchet con ayuda de la propia Clausó. Monólogos en la que cada una de las actrices expresan con absoluta desenvoltura y sin ningún prejuicio las aventuras, experiencias, pulsiones y fantasías sexuales de su respectivo personaje, utilizando un lenguaje verbal y gestual desinhibido, en el que todo intimidad tiene su expresión. Se trata, dicen los responsables del montaje, de “una propuesta interactiva, femenina, adulta, que explota con potencia y provoca una empatía con la personas que dejan de ser público para convertirse en testimonio de una revuelta”. Entre monólogo y monólogo se produce una pausa musical en la que el escenario vuelve a transformarse en pista de discoteca y actrices e intérpretes mueven el esqueleto según les pide el cuerpo.
Cada cual pone el punto de intención y picardía en su intervención, por lo que imprime a su personaje -Eva, Ruth, Perla y Julia- la personalidad adecuada. De ahí que más que una valoración global resultaría pertinente hacerla con carácter individualizado. Y aunque todas resultaron correctas y voluntariosas, personalmente con quedamos con la de María Clausó en su papel de Perlita, acaso por su perfecta dicción y contendida, pero no por ello menos sugerente, ejecución.
“Diskòdrom 0’0. No només sexe” es por todo cuanto hemos dejado escrito un espectáculo que sin duda sorprenderá y que no dejará indiferente a nadie.
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