Gabrielle Chanel, 'la mujer que diseñaba para mujeres como ella'
Chanel diseñaba reflejando su propia identidad y forma de vida en sus creaciones
Inmaculada Urrea, experta en la figura de Coco Chanel, sostiene que la diseñadora francesa nunca buscó seguir tendencias, ser una “feminista” ni adaptarse a un mercado masivo. Su moda no nacía de estudiar a la competencia, sino de una necesidad personal: vestir como quería. Desde los cómodos jerséis de punto hasta los icónicos trajes de chaqueta, sus creaciones reflejaban su propia filosofía de vida: libertad de movimiento e independencia económica. Chanel rechazó los corsés y las faldas voluminosas que dominaban su época, apostando por líneas sencillas y tejidos ligeros. Su revolución no solo fue estética, sino también vital, fruto del deseo de una libertad que ni su infancia ni sus historias amorosas le habían concedido. Para Chanel, la elegancia residía en la comodidad y la funcionalidad, una idea que sintetizaba en su máxima: “menos es más”. “Diseñaba para mujeres que compartieran su visión de independencia, aquellas que, al vestirse con Chanel, se sintieran seguras y listas para conquistar cualquier desafío, incluida la atención de los hombres que desearan. La ética y moral de la época implicaban esto también”, explica Urrea.
Chanel, su mejor musa
A lo largo de su carrera, Coco Chanel se convirtió en su mejor inspiración. Su estilo personal era la base de sus creaciones, una característica que la diferenciaba de otros diseñadores de su tiempo. No diseñaba para un ideal abstracto, sino para sí misma. Tomando como referencia prendas del armario masculino, como jerséis, cárdigans o chaquetas de tweed, Chanel transformó la forma en que las mujeres se vestían. “Su enfoque práctico y atemporal explica por qué su legado sigue vigente hoy y por qué se le considera feminista, aunque nada más lejos de la realidad”, comenta Urrea. “Gabrielle Chanel creció con las reivindicaciones de las sufragistas y las respetaba, pero a las feministas, a quienes consideraba ‘hippies con minifalda’, las detestaba. Los movimientos sociales y las nuevas modas asociadas siempre le provocaron pavor”, sentencia Inmaculada. Más allá de sus icónicos diseños, Chanel dejó una filosofía de moda: vestir para una misma, sin rendir cuentas a nadie.
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