Sangría en el Sónar: fuga masiva de artistas por su relación con un fondo de inversión israelí

El Sónar denuncia “genocidio en Palestina” y asegura que no recibe ni un euro de KKR mientras busca sustitutos para los artistas que han renunciado

 

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Archivo - Decenas de personas durante el primer día del Festival Sónar, en la Fira de Barcelona, a 13 de junio de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). - Kike Rincón - Europa Press - Archivo

 

El Festival Sónar, que se celebrará del 12 al 14 de junio en la Fira de Barcelona, atraviesa un momento complicado tras la cancelación de 28 artistas vinculados a la edición de este año. Estas bajas se deben a la polémica generada por la relación del certamen con el fondo de inversión KKR, que se incorporó a la propiedad del festival en octubre de 2024.

En un comunicado emitido este jueves, Sónar condenó el “genocidio sobre el pueblo palestino” y explicó que, desde 2018, el festival es propiedad de Superestruct Entertainment. En aquel momento, Providence Equity Partners era el principal inversor, pero vendió su participación a un consorcio liderado por KKR y más de 90 inversores. Sin embargo, el festival aseguró que no tiene “ni intervención, ni voz ni voto” en las decisiones del fondo y que la relación con KKR es “nula”.

Además, el Sónar afirmó que no ha enviado ni enviará “un solo euro” a KKR, ya que todos los beneficios se reinvierten íntegramente en futuras ediciones. Subrayaron que el equipo del festival funciona con total independencia y que la relación con Superestruct es únicamente administrativa.

Entre los artistas que han cancelado su actuación se encuentran nombres de Sónar de Día como ABADIR, DjSport, Emma dj, James K o Juliana Huxtable, así como figuras de Sónar de Noche como EYRA o DJ Paca. También se han visto afectadas actividades paralelas como Sónar+D y expositores del Project Area.

El festival aseguró que las cancelaciones no afectarán la experiencia global del evento y que ya están trabajando en la búsqueda de sustitutos para mantener la programación. Asimismo, anunciaron que sumarán una donación a ONG que apoyan a la población de Gaza, además de las aportaciones habituales a asociaciones locales.

La situación pone de manifiesto la tensión entre la cultura y las finanzas en medio de un contexto internacional marcado por la crisis en Oriente Medio. El Sónar confía en superar este bache y mantener su relevancia como uno de los grandes eventos musicales del verano.

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