Muere Manolo Zarzo, la leyenda del cine español que volvió a nacer tras estar clínicamente muerto
Su vida fue de película: más de 120 filmes, un acto heroico en los 60 y un legado eterno en la historia del cine y la televisión
El cine español está de luto. Este martes se ha confirmado el fallecimiento de Manolo Zarzo, nombre artístico de Manuel López Zarza, a los 93 años de edad en Pozuelo de Alarcón (Madrid). La noticia ha sido comunicada por su familia a la agencia EFE. El actor, que había sido operado del corazón el año pasado y portaba marcapasos, será despedido en la más estricta intimidad, tal como han solicitado sus allegados.
Nacido en Madrid en 1932, Zarzo deja una huella imborrable en el cine y la televisión españolas. Su carrera abarcó más de siete décadas, con un impresionante historial de 123 películas y participaciones en series tan populares como Compañeros, Servir y proteger o Juncal.
Comenzó su andadura artística en 1951 junto a la compañía "Los Chavalillos de España", actuando con su hermana Pepi. Durante esa etapa vivió un romance juvenil con Lina Morgan, otra gran figura del espectáculo nacional. Su salto al cine llegó a los 19 años, tras ser descubierto por el director Antonio del Amo. Desde entonces, trabajó bajo las órdenes de nombres como Pedro Almodóvar, Mario Camus, Mariano Ozores y Pedro Lazaga, y rodó en países tan diversos como Italia, Camboya y Angola.
Un héroe real: el día que salvó una vida y casi pierde la suya
Uno de los episodios más impactantes de su vida ocurrió en septiembre de 1960, cuando Zarzo presenció un incendio en pleno centro de Madrid y se lanzó a salvar a una joven que caía por una ventana. Amortiguó su caída con su propio cuerpo, lo que le causó lesiones gravísimas: fue ingresado en estado crítico y estuvo clínicamente muerto durante dos horas. Las secuelas físicas de aquel acto heroico —fracturas cervicales, dorsales y lumbares— lo acompañaron el resto de su vida. A pesar de ello, rara vez habló del tema y nunca quiso atribuirse ningún protagonismo.
Ese accidente truncó su inminente participación en una producción internacional, pero no detuvo su carrera. Con el tiempo, tuvo que caminar con bastón y convivir con dolores crónicos, pero nunca abandonó los escenarios ni las pantallas. En una de sus últimas entrevistas, en marzo de este año, confesó: “No contemplo retirarme. Sigo amando esta profesión como el primer día”.
Un legado de humildad, trabajo y pasión por el arte
En marzo de 2024, Manolo Zarzo recibió el Premio 'La Terraza' de Radio Intercontinental en un emotivo acto celebrado en la Casa de Vacas del Parque de El Retiro, en Madrid. Fue uno de sus últimos reconocimientos públicos, donde revivió anécdotas de su infancia marcada por la posguerra y recordó a su padre, camillero de la Cruz Roja durante la Guerra Civil.
A pesar de sus problemas de salud, Zarzo aseguraba sentirse bien y mantenía su habitual actitud optimista. Nunca se consideró una estrella, pero sí fue un actor respetado y querido por generaciones de espectadores y compañeros. Su carácter afable, su profesionalidad y su humildad hicieron de él un nombre imprescindible en la historia del cine español.
El cine despide hoy a una figura emblemática, pero el legado de Manolo Zarzo permanecerá vivo en cada fotograma, en cada escena y en cada memoria. Porque hay actores que brillan durante un tiempo... y otros, como él, que se convierten en eternos.
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