“Clavells”: una comedia sobre los efectos de 25 de abril portugués en la vida de tres amigos (Goya)

Un triángulo de algo más que de amistad que medio siglo después dos de sus supervivientes rememoran poniendo en tela de juicio los sueños compartidos y las ilusiones frustradas

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Teatro.Romea.Clavells
Clavells

 

Hace poco más de medio siglo se produjo en Portugal una radical transformación política cuando un grupo de jóvenes oficiales de sus fuerzas armadas se pronunciaron contra un sistema autoritario incapaz de evolucionar y, sobre todo, de resolver el insoluble problema provocado por una absurda guerra colonial. Fue una revolución incruenta que la ciudadanía lusa acogió con alegría y que se expresó con claveles, en vez de con balas. De ahí el nombre con el que ha pasado a la historia de la “Revolución de los claveles”, que no dejó de tener su influencia en la propia España.

Emma Riverola personaliza en “Clavells” (Goya) ese eco en tres personajes, Violeta, Xavier y Ramón, a la sazón jóvenes, pero a los que la vida ha distanciado y cuyas antigua ilusiones de antaño la evolución de su propia peripecia personal ha ido desdibujando. El hilo dramático se desarrolla entre los dos primeros puesto que el último, pareja de Violeta, acaba de fallecer. Se produce entonces un reencuentro que resulta a todas luces tenso porque el medio siglo de distancia entre el pasado y el presente no ha transcurrido en balde y han sido muchas las diferencias que han acabado separando a los tres amigos. No solo por el idealismo de ella y el pragmatismo de Xavier, que ha acabado desarrollando una labor política y de gobierno, sino también por la sombra que dejó Ramón en la vida de los otros dos. Con todos estos elementos, Riverola ha creado lo que bien a ser un verdadero triángulo y no solo amistoso.

Abel Folk, coprotagonista con Silvia Marsó, ejerce además de director y ha dicho: “Arribem als cinquanta anys de la Revolució dels Clavells. Poc després va arribar (per un altre camí) la democràcia a Espanya. Podem dir, doncs, que es compleixen cinquanta anys de les democràcies ibèriques. És un bon moment per a reflexionar sobre aquest fet i per a celebrarlo. Què hem fet amb les nostres democràcies? Què hem fet bé? Què hem fet malament? Probablement, la funció del teatre no és respondre a aquestes preguntes, però sí formular-les. Clavells vol ser un exemple de teatre en estat pur, teatre de paraula i a través de la paraula, teatre d’idees i d’emocions. Quan en el teatre i en la vida es parla de política, s’aconsegueix l’acord d’una part de l’audiència i la discrepància d’una altra part d’ella i, possiblement, la indiferència de la resta. Però és en el debat, en les preguntes que ens planteja, on trobem un instrument de reflexió i transformació de la societat”.

Y, en efecto, el texto de Riverola es teatro de la palabra y de las ideas y emociones, lo que no es poca cosa. En realidad, los únicos elementos fundamentales del arte dramático, que no necesita de grandes alharacas como es el caso de este montaje dotado al efecto de una somera escenografía de Paco Azorín que invita a suponer un ambiente rural cuando el texto más bien invita a pensar en otro urbano. Texto de una propuesta dramática que invita a la introspección, al análisis crítico de los sueños desdibujados por la realidad, acaso también a las conductas, y, por qué no decirlo, al romanticismo, con aquella evocación del baile compartido en la Plaza del Rosío de Lisboa. 

 

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