¡Lamine Yamal se viste de leyenda! El Barça resucita en una semifinal de locura
Con un Lamine estelar que hizo temblar a todo el Inter, el Barça remontó un 0-2 inicial y saca un empate épico en Montjuïc. El billete a Múnich se decidirá en San Siro
El FC Barcelona volvió a vivir una de esas noches mágicas que solo la Champions League puede regalar. En un vibrante partido de ida de semifinales frente al Inter de Milán, los culés firmaron un empate 3-3 con sabor a victoria tras ir perdiendo 0-2 en apenas 20 minutos. Lamine Yamal, la joya de la cantera, firmó una actuación memorable que lo confirma como el presente —y no solo el futuro— del barcelonismo.
El Estadio Olímpico Lluís Companys acogió una noche histórica. Era la primera semifinal de Champions para el Barça desde 2019 y se notaba en el ambiente: mosaicos, cánticos, bengalas y una afición entregada desde la llegada del equipo al hotel de concentración. Pero el guion empezó como una pesadilla: Marcus Thuram marcó a los 31 segundos con un taconazo de fantasía y Dumfries amplió la ventaja en el minuto 20, aprovechando los errores defensivos azulgranas en el balón parado.
El despertar lleva nombre propio: Lamine Yamal
Cuando todo parecía cuesta arriba, apareció él. Lamine Yamal, con apenas 17 años, decidió que esa no sería la última gran noche europea del Barça. Encaró, dribló y sacó un zurdazo cruzado para batir a Sommer y poner el 1-2 en el marcador. Luego, rozó el empate con otro disparo que se estrelló en el larguero. El Inter ya no sabía cómo frenarlo. Dimarco y Mkhitaryan lo sufrieron en carne propia.
El vendaval azulgrana continuó con un gol de Ferran Torres tras una gran jugada colectiva, y así se llegó al descanso con un empate 2-2 que levantó a toda la grada.
La segunda parte empezó con un duro golpe: la lesión de Koundé obligó a Flick a improvisar una defensa con cuatro centrales. El Barça perdió chispa ofensiva, y el Inter lo aprovechó. Otra vez Dumfries, esta vez de cabeza y otra vez a balón parado, puso el 2-3. Sin embargo, la reacción culé no tardó: córner ensayado, Raphinha disparó desde fuera del área, el balón dio en el larguero y luego rebotó en Sommer antes de colarse en la portería. Gol con algo de fortuna, pero absolutamente justo por lo visto sobre el césped.
Un empate que sabe a esperanza
El tramo final fue puro infarto. El Inter rozó el cuarto gol, pero un fuera de juego milimétrico de Mkhitaryan lo evitó. Por su parte, el Barça acarició la victoria con un remate de Lamine que volvió a encontrar el larguero. El joven extremo fue el alma del equipo y se marchó ovacionado como un héroe.
Con este 3-3, el FC Barcelona viajará a Milán con todo por decidir, pero con la confianza intacta y la certeza de tener a un fenómeno como Lamine Yamal liderando su ataque. El 31 de mayo en Múnich está muy cerca, y si hay alguien capaz de llevar al Barça hasta allí, ese es el chico que dejó el miedo en el Parc de Mataró.
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