La selección española esconde un arma secreta: ¿Está Inglaterra preparada para esta final?

España e Inglaterra cierran la Eurocopa con un duelo vibrante en Basilea. El trofeo espera a la selección que imponga carácter y ambición.

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Las jugadoras de la seleccióin femenina durante la foto oficial previa a la Eurocopa de Suiza de 2025 Fecha: 01/07/2025.

 

Esta noche en Basilea, la selección española femenina tiene ante sí la oportunidad de sellar una era irrepetible. A las 21:00, el balón rodará en la gran final de la Eurocopa 2025, y el mundo observará si La Roja culmina su revolución con un hito inédito: conquistar, en menos de dos años, el Mundial, la Nations League y ahora el cetro europeo. Sería la primera vez que una selección lo logra, masculina o femenina.

Frente a ella estará Inglaterra, vigente campeona continental, que llega con el orgullo herido tras haber cedido la corona mundial en 2023 precisamente ante España. Esta final, por tanto, es también una revancha emocional, un segundo asalto entre dos modelos futbolísticos, entre dos visiones del juego que han marcado el paso del fútbol femenino moderno.

Una Roja transformada en imperio futbolístico

Lo que comenzó como una apuesta de renovación tras años de sombras, ha cristalizado en un proyecto imponente. Desde la llegada de Montse Tomé, la selección española ha ganado en madurez táctica, equilibrio físico y ambición estructural. España ya no solo juega bien: compite para dominar, con un fútbol de precisión quirúrgica, sostenido por una generación de talento que parece no tener techo.

En esta Eurocopa ha firmado un camino impecable: cinco victorias, cero derrotas, 17 goles a favor y solo 2 en contra. Y más allá de los números, ha deslumbrado con su estilo: presión alta, posesión inteligente, transiciones limpias y una creatividad colectiva que asfixia al rival.

Pero lo más llamativo es la diversidad de recursos ofensivos: diez jugadoras distintas han marcado durante el torneo, lo que habla de un equipo coral, profundo, impredecible. Ni siquiera Alexia Putellas o Aitana Bonmatí han necesitado asumir todo el protagonismo, porque Patri Guijarro, Salma Paralluelo, Mariona Caldentey o Teresa Abelleira han respondido a cada desafío.

Montse Tomé: liderazgo sereno, resultados incontestables

Al frente de esta maquinaria, Montse Tomé ha demostrado una capacidad de gestión que va mucho más allá de la pizarra. Tomó el relevo en un momento de enorme presión institucional, y lo convirtió en una oportunidad para unir, renovar y elevar. Su modelo de liderazgo horizontal, empático pero exigente, ha sido clave para construir una selección donde todas se sienten importantes.

La técnica asturiana ha sabido equilibrar juventud y experiencia, rotar sin perder identidad y blindar a su equipo ante la presión externa. Ha reforzado la solidez defensiva, potenciado las virtudes del centro del campo, y ha convertido el sistema ofensivo español en una sinfonía difícil de descifrar.

Inglaterra: potencia física, mentalidad ganadora

Las Lionesses, dirigidas por Sarina Wiegman, llegan con menos brillo que en 2022, pero con la experiencia de quienes saben sufrir. Su recorrido hasta la final no ha sido sencillo: empataron ante Noruega, remontaron in extremis frente a Italia, y necesitaron penaltis en semifinales para superar a Suecia. Pero su carácter competitivo, su capacidad de resistir y adaptarse, siguen intactos.

Su estilo contrasta con el español: juego vertical, agresividad en las disputas, balón parado como arma principal. La posible baja de Lauren James por lesión en el tobillo es una incógnita, pero el bloque inglés cuenta con figuras como Georgia Stanway, Keira Walsh o Lucy Bronze, capaces de sostener el juego desde la experiencia y el músculo.

Wiegman planteará un encuentro físico, intenso, donde intentará romper el ritmo español, forzar pérdidas y castigar con transiciones rápidas. El duelo táctico entre ambas entrenadoras será uno de los grandes atractivos de la noche.

Un torneo histórico que anticipa un cambio global

La Eurocopa 2025 ya ha dejado cifras récord en asistencia, audiencia y goles. Es el reflejo de un fútbol femenino que ha dejado de pedir permiso y exige reconocimiento en todos los niveles: deportivo, institucional, mediático. Lo que se juega hoy no es solo un título: es el simbolismo de quién lidera el cambio en el deporte femenino europeo.

España, con un bloque unido, técnico y disciplinado, representa una nueva manera de concebir el éxito: a través de la formación, la paciencia y el juego colectivo. Inglaterra, con su potencia mediática, su estructura profesional y su legado reciente, defiende su estatus como pionera moderna. Ambas llegan como potencias, pero solo una saldrá como referente.

Basilea, 21:00: cuando el fútbol femenino alcanza la eternidad

En unas horas, cuando las jugadoras pisen el césped suizo, no solo buscarán un título. Buscarán dejar su nombre escrito en la historia con letras doradas. Será la culminación de años de esfuerzo, de obstáculos superados, de batallas libradas fuera y dentro del campo.

¿Será España la que complete el triplete soñado y se consagre como la mejor selección del planeta? ¿O Inglaterra revalidará su trono y demostrará que aún tiene la última palabra?

Lo que es seguro es que esta final será algo más que un partido. Será una declaración de intenciones. Una victoria para el fútbol. Una noche inolvidable.

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