Aitana Bonmatí reina con su tercer Balón de Oro y Lamine Yamal es la cruz
La catalana se coronó, por sorpresa, como la mejor del mundo
La futbolista española del FC Barcelona, Aitana Bonmatí, ha conquistado este lunes en París su tercer Balón de Oro femenino consecutivo, reafirmando su condición de mejor jugadora del mundo y prolongando el dominio español en este galardón, que ya suma cinco ediciones seguidas en manos de futbolistas catalanas y del Barça.
El Barça y España, protagonistas
En la gala celebrada en el Teatro del Châtelet, la centrocampista catalana recogió el premio tras una temporada histórica con el Barça, en la que conquistó el triplete nacional (Liga, Copa y Supercopa) y alcanzó la final de la Champions League frente al Arsenal de Mariona Caldentey. A nivel de selecciones, Bonmatí también brilló con España, pese a caer en la final de la Eurocopa, perdida en la tanda de penaltis.
El segundo puesto fue precisamente para la balear Mariona Caldentey, campeona de Europa con el Arsenal, lo que confirma la excelente salud del fútbol español. El podio lo cerró la inglesa Alessia Russo, también del Arsenal. Entre las diez primeras destacaron otras españolas: Patri Guijarro (sexta) y Claudia Pina (séptima), junto a la polaca Ewa Pajor (octava), que también milita en el Barça.
Premios adicionales en la gala
La ceremonia también reconoció a otras figuras del fútbol femenino. La polaca Ewa Pajor recibió el Trofeo Gerd Müller como máxima goleadora, mientras que el Arsenal, campeón de la Champions, fue distinguido como mejor equipo del año. En el banquillo, la neerlandesa Sarina Wiegman se llevó el Premio Johan Cruyff a la mejor entrenadora tras conquistar la Eurocopa con Inglaterra.
En la categoría de porteras, el Trofeo Yashin fue para la inglesa Hannah Hampton, del Chelsea, superando en la votación a guardametas como la española Cata Coll. Además, la Fundación Xana, en memoria de la hija del exseleccionador Luis Enrique, recibió el galardón solidario de la noche, entregado por la princesa Charlène de Mónaco.
La cruz de la noche: Lamine Yamal y el triunfo de Dembélé
La gala del Balón de Oro también dejó un sabor amargo para el barcelonismo. El joven talento Lamine Yamal, llamado a ser la gran esperanza blaugrana y uno de los favoritos al Trofeo Kopa, se quedó finalmente sin el galardón. La estatuilla viajó a manos de un viejo conocido del Camp Nou: Ousmane Dembélé, hoy estrella del Paris Saint-Germain.
Lo que parecía una noche de fiesta completa para el Barça terminó con un giro inesperado. Y es que, pese a la espectacular irrupción de Lamine en la élite, su temporada no fue suficiente para imponerse en la votación. Ver al francés triunfar en París, con el Balón en sus manos, mientras la joya de la cantera culé se marchaba con las manos vacías, supuso un trago difícil de digerir para la afición azulgrana.
La realidad es que Lamine Yamal ya se ha ganado un sitio en la historia reciente del Barça, pese a sus apenas 17 años, y su proyección invita al optimismo. Pero la decepción de anoche demuestra que todavía queda camino por recorrer antes de que el mundo del fútbol lo corone como heredero natural de los grandes mitos blaugranas.
Así pues, la gala del Balón de Oro tuvo dos caras para el Barça: la gloria inmensa de Aitana Bonmatí y la amarga decepción de ver a Lamine Yamal eclipsado por el inesperado triunfo de Dembélé.
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