El PSG, contra las cuerdas en la previa del partido de Champions contra el Barça

El Paris Saint-Germain logró superar al Auxerre en la Ligue 1, pero la victoria ha quedado en segundo plano por una situación que inquieta a Luis Enrique: el parte médico no deja de crecer. Tanto Vitinha como Khvicha Kvaratskhelia tuvieron que abandonar el partido antes del descanso por problemas físicos, lo que dispara las alarmas a apenas cuatro días de visitar al Barça en la segunda jornada de la liguilla de la Champions League.

Un PSG en cuadro ante el Barcelona

El técnico asturiano afronta el duelo europeo con un panorama delicado. A las bajas de Ousmane Dembélé, Doué, Joao Neves y Marquinhos, se suman ahora los contratiempos de Vitinha y Kvaratskhelia, dos piezas claves en la creación y el desequilibrio ofensivo. El PSG llega al Camp Nou prácticamente en cuadro y con la obligación de mirar hacia su cantera y a los fichajes más jóvenes.

Así, Luis Enrique podría apostar por futbolistas como Mayulu, el centrocampista de apenas 18 años, o confiar en la energía de Zaire-Emery, llamado a ser la brújula del equipo en el mediocampo. A ellos se suma el recién llegado Zabranyi, que podría tener minutos en un escenario tan exigente como el del Camp Nou. El reto no será menor: mantener competitividad en un duelo directo contra un Barça que también tiene sus propios problemas físicos.

El Barça tampoco llega al completo

Por su parte, la realidad es que el equipo de Hansi Flick tampoco puede presumir de plantilla completa. En la enfermería blaugrana siguen Raphinha, Joan García, Gavi, Fermín y Ter Stegen, mientras que Alejandro Balde todavía no está en condiciones de ser titular tras la lesión que arrastra y que lo ha dejado fuera durante los últimos partidos. A pesar de ello, el técnico egarense confía en que la solidez colectiva y el empuje de la afición permitan al Barça imponer su ritmo ante un rival debilitado, pero igual de peligroso.

Y es que este segundo partido de la fase de liga de la Champions se presenta como una oportunidad de oro para los azulgranas. El PSG llega tocado, sin varios de sus pilares, y obligado a reinventarse sobre la marcha. Una situación que el Barça quiere aprovechar para consolidar su candidatura en Europa y dar un golpe de autoridad frente a un gigante que, por ahora, está contra las cuerdas.