"Más motivos que nunca”: el independentismo toma las calles de las capitales catalanas
Las principales entidades soberanistas lanzan una gran movilización descentralizada para denunciar la “desnacionalización de Catalunya”, reivindicar el catalán y exigir un modelo fiscal justo. El lema común: más razones que nunca para apostar por la independencia. La Guardia Urbana cifra en 28.000 los asistentes en Barcelona.
Las calles de Barcelona, Girona y Tortosa laten al unísono desde las 17.14 horas de este jueves. A esa hora arrancan las manifestaciones convocadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, el Consell de la República (CdRep), la Associació de Municipis per la Independència (AMI), la Intersindical-CSC, Ciemen y los CDR.
La elección de tres epicentros no es casual. Las entidades buscan transmitir que la causa soberanista no pertenece solo a la capital catalana, sino que se extiende a todo el territorio. Con ello pretenden reactivar un movimiento que, según reconocen en privado sus dirigentes, necesita nuevas energías y puntos de referencia para volver a conectar con la ciudadanía.
Por lo que respecta a Barcelona, la Guàrdia Urbana ha cifrado en 28.000 los asistentes a la manifestación de la Diada de este jueves organizadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, el Consell de la República (CdRep), la Associació de Municipis per la Independència (AMI), la Intersindical-CSC, Ciemen y los CDR.
El lema que enmarca la jornada
La consigna que encabeza las marchas resume el estado de ánimo de los convocantes: “Más motivos que nunca. Independencia”. Un mensaje directo que pretende trasladar la idea de que las razones para movilizarse se han multiplicado con los últimos acontecimientos políticos y judiciales.
Las entidades explican que el objetivo es protestar contra lo que definen como “un proceso de desnacionalización de Catalunya”, reclamar un compromiso inequívoco en defensa del catalán y denunciar lo que consideran un sistema de expolio fiscal ligado a la pertenencia a España. En palabras de los organizadores, se trata de “hacer reaccionar al movimiento independentista”.
Barcelona: de Pla de Palau al Portal de la Pau
En la capital catalana, la marcha arranca en Pla de Palau, un espacio cargado de simbolismo histórico, y recorre el paseo de Isabel II y el paseo de Colom. El destino final es el Portal de la Pau, a los pies de la Rambla, un lugar emblemático que se convierte en escenario de los discursos políticos y sociales.
Desde primeras horas de la tarde, banderas independentistas, pancartas y cánticos inundan la zona, transformando el centro de Barcelona en un escenario de reivindicación colectiva.
Girona y Tortosa: un mismo grito en diferentes territorios
La simultaneidad de las manifestaciones otorga fuerza al mensaje. En Girona, epicentro tradicional del independentismo, la convocatoria cuenta con una participación masiva y se convierte en un recordatorio de la fuerza del movimiento fuera de Barcelona.
En Tortosa, el protagonismo recae en las Terres de l’Ebre, donde las entidades quieren visibilizar que la lucha soberanista no se limita a las grandes ciudades. La decisión de coordinar los actos en tres puntos del país busca precisamente eso: demostrar que la causa atraviesa comarcas, identidades locales y sensibilidades diversas.
Discursos compartidos en directo
Uno de los momentos centrales de la jornada llega con los parlamentos finales, que se emiten de forma simultánea en Barcelona, Girona y Tortosa. De este modo, los mensajes de los líderes de las entidades convocantes se convierten en un mismo alegato coral.
Entre las intervenciones destacan dos ideas principales: la urgencia de defender el catalán como lengua de cohesión y el rechazo a un sistema que, según los convocantes, margina a Catalunya en términos económicos y políticos.
Tres ejes de reivindicación
La protesta se articula sobre tres pilares:
- Identidad y lengua: las entidades denuncian los fallos judiciales que cuestionan el modelo educativo y subrayan que el catalán debe ser defendido como lengua central de la vida social y cultural.
- Fiscalidad: los organizadores señalan lo que califican como un desequilibrio crónico en el modelo de financiación, al que llaman directamente “expolio fiscal”.
- Reactivación del movimiento: más allá de las demandas concretas, la jornada busca ser un revulsivo. Como remarcan los organizadores, el objetivo es “hacer reaccionar al movimiento independentista”, revitalizando una base social que en los últimos años ha mostrado síntomas de desmovilización.
Un pulso político en plena jornada simbólica
El inicio de las marchas llega en un momento marcado por la tensión en torno al catalán en las aulas y al debate sobre el encaje de Catalunya en España. La anulación parcial del decreto lingüístico por parte del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya ha actuado como detonante, y la ANC y el resto de entidades lo utilizan como argumento para subrayar que la ofensiva contra el idioma forma parte de una estrategia más amplia de debilitamiento de la identidad catalana.
Una llamada a la unidad
El eco de las marchas simultáneas trasciende el número de asistentes o el recorrido urbano. Lo que buscan los convocantes es proyectar un mensaje político de alcance nacional: que el independentismo sigue vivo y que el catalán, la fiscalidad y la soberanía forman un mismo frente.
Al finalizar los actos, queda la sensación de que el lema de este año —“Más motivos que nunca”— pretende ser algo más que una consigna: una advertencia al Estado y, al mismo tiempo, un recordatorio a las propias bases de que la lucha no ha terminado.
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