La mitad de la población española se queda sin dinero para afrontar los gastos esenciales

Ahorrar cada vez es más difícil y, por lo tanto, lo habitual es vivir al día, llegar a fin de mes con lo justo y tener que apretarse el cinturón más de lo que sería deseable. Estas son algunas de las conclusiones del Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, un documento que ha hecho un análisis de la situación económica en una muestra de 20.000 ciutadanos de varios países de Europa.

Los datos de este documento, por lo que respecta a España, resuelven que el 50% de la población tiene menos dinero que hace un año tras afrontar el pago de los gastos esenciales y las facturas de los suministros que llegan de forma mensual o bimensual.

¿En qué se traduce esto? En primera instancia, en renuncias; por lo pronto, cada vez más personas optan por eliminar de su cuenta los gastos relacionados con el ocio. Dicho de otro modo, cancelaciones de gastos como plataformas de streaming, menos salidas a cenar o de fin de semana, vacaciones más modestas o directamente sin hacerlas... 

Casi 6 de cada 10 de los españoles consultados aseguraron que estas son algunas de las acciones a las que se ven obligados por su situación económica.

Puedes consultar el informe completo a continuación.

AYUDA POR PARTE DE LA FAMILIA

Otra posible solución, más allá de estos ajustes y de renunciar a estos lujos, puede ser aceptar la ayuda por parte de la familia.

En este sentido, el IV Barómetro del Consumidor Sénior, publicado en diciembre del año 2023, revela que una abrumadora mayoría de sénior cree que la tendencia de brindar apoyo económico a familiares y personas cercanas no disminuirá en los próximos años, sino que, por el contrario, aumentará (77,8%).

Esto se debe a que la mayoría de los hogares de los españoles mayores de 55 años gozan de una situación económica sólida. De hecho, el 55,8% de la población sénior cuenta con más de un ingreso en su hogar, y el 53% reconoce proporcionar apoyo económico a miembros de su familia o personas en su entorno cercano. 

Entre los grupos de edad, aquellos de 61 a 65 años son los que ofrecen más apoyo (58%), seguidos por el grupo de 66 a 70 años (57%).

Otro aspecto que destaca en el barómetro es que hay cierto pesimismo entre los séniors con respecto al aumento de los precios y su impacto en los gastos y el ahorro. De hecho, el 94,5% de ellos afirma haber sentido de manera significativa el aumento de los precios, resultado de la inflación en los productos básicos, y seis de cada diez reconocen que los actuales precios de la vivienda y la energía amenazan su calidad de vida.

Además, una buena mayoría de ellos (el 58%) considera que su situación económica no empeorará en el futuro, mostrando un mayor optimismo durante el 2023. Sin embargo, el 80% de los españoles sénior cree que no puede reducir sus gastos en sanidad (85%) ni en vivienda (82%) sin que se vea afectada su calidad de vida. En contraste, más del 25% piensa que sí puede hacerlo en restaurantes, ocio y cultura, tecnología, alimentos y bebidas no alcohólicas.