IA generativa: una aliada estratégica para las pymes si se usa con criterio
Morales presentó la IA generativa como una herramienta que debe entenderse como un asistente digital
La transformación digital se ha convertido en un pilar clave para la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, y la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) emerge como una de las herramientas más prometedoras en este proceso. Así lo explicó Laia Morales, CEO de BExperience, durante su intervención en el evento de clausura del programa Acelera PYME, con una ponencia centrada en las AI Factories como vía para democratizar el acceso a la IA entre pymes y startups.
La IA generativa como asistente, no como sustituto
Morales presentó la IA generativa como una herramienta que debe entenderse como un asistente digital, similar a un becario: útil, versátil y rápido, pero que necesita instrucciones, contexto y revisión. Herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot no tienen criterio propio ni entienden el negocio. “Hay que entrenarlas como a cualquier nuevo miembro del equipo”, remarcó.
El valor real de la IAG reside en cómo se utiliza y en para qué se aplica, no en la herramienta en sí.
La regla del 80/20: liberar tiempo para pensar mejor
Una idea clave es aplicar la regla del 80/20: el 80% del tiempo se destina habitualmente a tareas operativas y repetitivas, mientras solo el 20% se dedica a pensar y mejorar. La IA puede ayudar a revertir ese patrón: automatizando lo rutinario y permitiendo que las personas se centren en lo estratégico.
Aplicaciones prácticas reales
Durante su charla, Laia Morales, destacó varias aplicaciones de la IAG adaptadas al entorno pyme:
- Marketing y comunicación: generación de borradores, ideas de contenido, análisis de campañas o contrabriefings más completos.
- Administración: extracción automática de datos de facturas, entrada de datos en sistemas o seguimiento de tareas repetitivas.
- Dirección: análisis de informes, simulación de escenarios, ayuda para estructurar ideas o contrastar decisiones.
Todo ello con un principio claro: la IA debe ser revisada por humanos y puesta al servicio de la estrategia, no del atajo rápido.
Retos y responsabilidad en su uso
Morales también alertó de los riesgos asociados a la IA generativa: desde sesgos en los modelos y respuestas erróneas, hasta el uso inseguro de datos sensibles. Por eso, insistió en la necesidad de formación digital, pensamiento crítico y criterios claros.
Asimismo, recordó que el Barcelona Supercomputing Center trabaja con instituciones públicas para acercar recursos como las AI Factories a empresas que no disponen de capacidades tecnológicas avanzadas, pero que necesitan subirse al tren de la transformación digital.
Aprovechar la IA con cabeza
Lejos del hype o la automatización sin control, la IA generativa puede ser un impulso real para la competitividad de las pymes. Pero solo si se usa con responsabilidad, visión y una buena dosis de sentido común. Tal y como concluyó Morales: “No se trata de reemplazar a las personas, sino de ampliar sus capacidades”.
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