El Gobierno quiere que trabajes después de jubilarte: combinar la pensión con un miniempleo
El Ejecutivo negocia con patronal y sindicatos un plan para que miles de jubilados vuelvan al mercado laboral y cobren más dinero
El Gobierno de España planea revolucionar la jubilación tal y como la conocemos. El Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, encabezado por Elma Saiz, está trabajando junto a patronal y sindicatos en una nueva fórmula de jubilación flexible que permita a los pensionistas reengancharse al mercado laboral y combinar su pensión con un trabajo a tiempo parcial. El objetivo es claro: que trabajar más años resulte rentable y atractivo, tanto económica como socialmente.
El nuevo sistema incentivará que quienes hayan alcanzado la edad legal de jubilación –entre 65 y 67 años– puedan seguir trabajando a media jornada y, a la vez, cobrar una parte mayor de su pensión que la permitida actualmente. La medida busca convertir lo que hoy es una opción marginal (sólo 3.174 personas en todo el país la practican) en una vía de ingresos complementarios, especialmente pensada para:
- Profesionales cualificados que quieren continuar activos con menor carga.
- Personas prejubiladas de forma forzosa que desean mejorar su pensión final.
¿Qué cambiará con la nueva jubilación flexible?
Actualmente, los jubilados que optan por esta modalidad cobran un porcentaje de su pensión proporcional a las horas trabajadas (entre el 25% y el 75% de jornada). El Ejecutivo quiere aumentar el tramo de pensión compatible, de forma que el total de ingresos supere el 100% actual (sueldo + pensión). Esto se traduciría en rentas mensuales superiores a los actuales 2.800 euros que perciben de media los jubilados flexibles.
La propuesta incluye un sistema de tramos y revisión de la pensión final al volver a retirarse, premiando a quienes sigan cotizando más tiempo.
Un modelo europeo en camino
El Gobierno está analizando modelos de países como Noruega o Alemania, donde la combinación entre pensión y ‘minijob’ es habitual. En Alemania, por ejemplo, la baja tasa de reposición de las pensiones obliga a muchos a seguir trabajando tras jubilarse. España, con una tasa del 86% (frente al 55% alemán, según la OCDE), quiere importar lo mejor del modelo sin recortar derechos.
Una medida para frenar el edadismo
Uno de los principales retos será combatir el edadismo empresarial, es decir, la reticencia a contratar a personas mayores de 60 años. Para ello, se estudian incentivos a las empresas que apuesten por estos perfiles y se impulsan políticas activas de empleo centradas en los mayores de 45 años, cuya tasa de paro sigue creciendo.
Si el calendario se cumple, el Ejecutivo prevé alcanzar un preacuerdo antes de julio de 2025 y llevarlo al Congreso poco después, para que la nueva jubilación flexible pueda entrar en vigor en 2026.
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