Catalunya aprovecha solo el 10% de los fondos europeos para crear guarderías en 2024-2025

Esta cifra es significativa, ya que implica que el 90% de la partida permanece sin utilizar, dejando sin crear casi 4.400 plazas potenciales.

Esta situación se enmarca en un contexto donde en 2024 la ejecución fue mejor —se llegó a gastar un 20% de los 110 millones asignados—, pero aun así insuficiente. En ese año se crearon solo 2.302 plazas de las 10.884 previstas, según datos oficiales. Por tanto, durante estos dos años, la capacidad para aprovechar estos fondos ha sido muy limitada, muy lejos de las necesidades reales y de los objetivos planteados para atender la demanda creciente de escolarización en el tramo de 0 a 3 años.

El aumento en la demanda de plazas responde a varios factores, entre ellos la gratuidad del segundo año de educación infantil, que ha impulsado la escolarización al 44% en el curso 2022-23, frente al 33% tradicional. A pesar de ello, la capacidad de Cataluña para responder con infraestructuras nuevas ha sido mínima.

Obstáculos burocráticos y administrativos

La complejidad de los procedimientos burocráticos y las estrictas condiciones administrativas son los obstáculos fundamentales que frenan la ejecución eficaz de los fondos. Los ayuntamientos, responsables directos de la gestión y presentación de proyectos, se enfrentan a múltiples dificultades que ralentizan o incluso imposibilitan la participación efectiva en estas subvenciones.

Uno de los principales problemas es la lentitud y complejidad de los trámites administrativos, que incluyen procesos largos y numerosos requisitos formales para presentar los proyectos. Esta situación perjudica especialmente a aquellos municipios que no tenían proyectos preparados con antelación, ya que la convocatoria inicial exigía que las solicitudes estuvieran listas en plazos muy ajustados.

Además, las condiciones de las subvenciones limitan severamente las opciones para los ayuntamientos, ya que no se contempla la compra de edificios como gasto subvencionable. Esto resulta un problema especialmente grave para municipios que no cuentan con inmuebles propios donde expandir la oferta y necesitan adquirir espacios, como es el caso de Cambrils. La imposibilidad de financiar la compra limita la capacidad de muchos municipios para ampliar plazas, dado que deben adelantar la inversión sin garantía de devolución completa.

La capacidad financiera de algunos ayuntamientos también es limitada, ya que deben adelantar el gasto y solo reciben una parte en forma de subvención. Para municipios con recursos reducidos, esto representa un impedimento adicional.

Estas dificultades han hecho que ciudades con grandes necesidades, como L’Hospitalet, no hayan podido presentar proyectos a tiempo o hayan quedado excluidas del reparto de ayudas, a pesar de estar trabajando en procesos para municipalizar guarderías privadas.

La Generalitat de Catalunya decidió otorgar una prórroga de un año para la presentación de proyectos en un intento por aliviar la situación, pero esta medida no ha producido una mejora sustancial. Según Montse Duran, directora general de Centros Públicos, "los que ya tenían los proyectos a punto se han podido presentar, pero los que lo tenían más verde no han llegado a tiempo", y la moratoria no ha logrado solventar los problemas estructurales.

Ejemplos de municipios: contrastes entre experiencias y retos

Algunos municipios están avanzando a pesar de las dificultades, mientras que otros se encuentran prácticamente bloqueados por las trabas administrativas.

Cardedeu es uno de los casos más destacados. El municipio, con alrededor de 20.000 habitantes, está desarrollando un ambicioso proyecto para crear una nueva escuela infantil con capacidad para 107 niños, lo que supondrá un aumento del 60% de la oferta existente. Para ello, han conseguido financiación parcial con fondos europeos (un millón de euros), complementados con aportaciones de la Diputación y el propio Ayuntamiento. Sin embargo, los responsables locales están presionando para acelerar los procesos burocráticos y no perder la subvención. Xavier Orozco, concejal de Educación, admite que "estamos corriendo mucho porque la administración es muy lenta".

Barcelona, la capital, ha logrado ejecutar una parte considerable del presupuesto. Cuenta con 4,2 millones de euros para crear 471 plazas nuevas, en gran parte porque los proyectos de obras ya estaban planificados o en marcha antes de la convocatoria. Esto demuestra que la preparación previa es clave para poder aprovechar los fondos.

Por otro lado, municipios como L’Hospitalet y Cambrils enfrentan serios problemas para utilizar estas ayudas. En L’Hospitalet, la intención de municipalizar cinco guarderías privadas (380 plazas) se complica por la dificultad del proceso administrativo y el hecho de que estas instalaciones están en edificios municipales. En Cambrils, la necesidad de comprar un edificio para la guardería, algo que no puede financiarse con la subvención, hace inviable la solicitud.

Pineda de Mar, aunque con menos obras, ha pedido ayuda para financiar los sueldos del personal de las nuevas 20 plazas que abrió en septiembre, aprovechando que no tuvo que hacer obras para acondicionar los espacios.

Catalunya, a la cola en ejecución

Cuando se compara con otras regiones españolas, Cataluña se sitúa entre las comunidades autónomas con menor tasa de ejecución de estos fondos europeos.

Según datos hasta abril de 2024, Cataluña había ejecutado solo un 33,3% de los recursos asignados, muy por debajo de comunidades como Galicia, que alcanzó un 71% de ejecución.

Sin embargo, en Galicia y Andalucía la situación presenta matices diferentes:

Galicia decidió renunciar a 22,3 millones de euros argumentando que las condiciones de los fondos no se ajustaban a su modelo educativo, lo que supone una negativa más que un problema de ejecución burocrática.

Andalucía, con 112 millones asignados, rechazó la mayoría de los fondos bajo el argumento de que no necesitaban ampliar plazas públicas.

Estos ejemplos reflejan que la gestión de los fondos europeos para la educación infantil es diversa en toda España, y que la baja ejecución en Cataluña se debe más a problemas administrativos y estructurales que a falta de necesidad o voluntad.

La urgencia de reformas para no perder la oportunidad

La ejecución de los fondos europeos Next Generation destinados a la creación de nuevas plazas públicas de guardería en Catalunya evidencia un grave problema de gestión y coordinación administrativa. Con el 90% de los fondos sin utilizar en 2025 y una ejecución general muy por debajo de las posibilidades reales, la comunidad autónoma se enfrenta a una oportunidad histórica desaprovechada.

Este fracaso en la gestión no solo implica un desperdicio económico, sino que afecta directamente a miles de familias y niños que necesitan plazas para poder conciliar la vida laboral y familiar, y para garantizar el acceso a una educación infantil de calidad.

Para mejorar esta situación, es indispensable que las autoridades impulsen una simplificación de los trámites burocráticos y flexibilicen las condiciones de las subvenciones, especialmente en lo relativo a la financiación de inmuebles. También es necesario fortalecer la capacidad financiera de los ayuntamientos para que puedan adelantar inversiones sin riesgos elevados.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea fue concebido para apoyar la recuperación postpandemia y la transformación de sectores estratégicos como la educación. La falta de ejecución efectiva en Catalunya evidencia que, sin una mejora en la gestión, la región perderá una oportunidad fundamental para adaptar sus infraestructuras educativas a las nuevas necesidades sociales.

Si no se actúa con urgencia, se seguirá limitando el acceso a la educación temprana para una parte importante de la población infantil, y se desaprovecharán millones de euros que podrían generar un impacto positivo a largo plazo en la sociedad catalana.