Catalunya respira: el paro cae en picado y alcanza mínimos anuales

Buenas noticias para el empleo en Catalunya. Durante el mes de mayo, el número de personas en paro descendió en 6.198, lo que supone una caída del 1,9% respecto al mes anterior, según los datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Con esta bajada, el total de personas inscritas en las oficinas del Servei Públic d’Ocupació de Catalunya (SOC) se sitúa en 319.519, la cifra más baja en lo que va de 2025.

Esta tendencia positiva se suma al descenso del 1,82% registrado en abril, lo que confirma una progresiva mejora en la recuperación del mercado laboral catalán. En términos interanuales, el número de personas desempleadas en Catalunya ha disminuido en 11.263 respecto a mayo del año pasado, lo que representa una reducción del 3,4%.

Una evolución positiva que sigue la línea nacional

Catalunya no ha sido la única comunidad que ha registrado un descenso del paro. En el conjunto del Estado, el número total de personas desempleadas cayó en 57.835 durante el mes de mayo, lo que representa una bajada del 2,3%. Con ello, la cifra de parados a nivel nacional se sitúa actualmente en 2,45 millones, el mejor dato en este mes desde 2008.

Este comportamiento positivo del empleo se explica, en parte, por la estacionalidad propia de la primavera, cuando sectores como el turismo, la hostelería y el comercio incrementan su contratación de cara a la temporada alta. Aun así, desde el Ministerio se subraya que los datos reflejan también una mejora estructural del mercado laboral, tras años de reformas y políticas activas de empleo.

El reto: consolidar empleos de calidad

Aunque los datos son alentadores, los expertos y sindicatos recuerdan que el objetivo debe ser no solo reducir el número de parados, sino garantizar la calidad y estabilidad del empleo. Muchos de los contratos firmados en mayo continúan siendo temporales, especialmente en sectores marcados por la estacionalidad.

Por ello, desde distintos colectivos laborales se insiste en la necesidad de reforzar políticas de formación, inserción laboral y reconversión profesional, especialmente entre colectivos vulnerables, como jóvenes, mayores de 45 años y personas paradas de larga duración.