El BBVA no lo tendrá fácil con el Sabadell: el regulador catalán exige garantías de equilibrio

La oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre Banco Sabadell sigue generando tensiones en el panorama económico y político. A juicio del presidente de la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO), Roger Loppacher, las condiciones que el Gobierno ha impuesto a la operación son “las que hacen que efectivamente se garantice, al menos, un equilibrio”.

La declaración, ofrecida en una entrevista en el canal 3/24, llega en un momento clave, cuando aún se debate el alcance real de la operación y su posible impacto sobre el ecosistema financiero catalán.

Evaluación en curso: concentración bancaria y competencia regional

Loppacher ha subrayado que es pronto para anticipar conclusiones definitivas. La ACCO trabaja actualmente en un análisis específico por encargo del Parlament de Catalunya, centrado en estudiar las implicaciones de la concentración bancaria derivada de esta operación. La prioridad, ha explicado, es evaluar si la fusión entre dos actores de gran peso puede alterar las dinámicas de competencia, especialmente en Catalunya, donde Sabadell tiene una presencia histórica.

“Es difícil predecir, porque realmente yo creo que requiere un análisis muy profundo”, ha señalado el presidente del organismo, que recuerda que cualquier proceso de consolidación de esta envergadura puede tener consecuencias estructurales en términos de competencia, empleo y acceso al crédito.

Estabilidad política y marco regulatorio

Más allá de los aspectos técnicos, Loppacher también ha hecho referencia al contexto político. A su juicio, las garantías acordadas deben mantenerse incluso en caso de un hipotético adelanto electoral: “El Gobierno que viniera debería cumplir con este acuerdo de gobierno”. Sin embargo, ha advertido que “quizás las exigencias no serían las mismas”, lo que introduce un elemento de incertidumbre sobre la solidez futura del marco regulatorio.

Una operación estratégica con implicaciones de largo plazo

La OPA del BBVA sobre Sabadell no solo representa una jugada empresarial de primer orden, sino un movimiento que puede alterar el equilibrio del sistema bancario español. Si se consuma, dará lugar a uno de los mayores grupos financieros del país, con implicaciones directas para la competencia en el mercado, los clientes minoristas, las pequeñas empresas y el desarrollo económico regional.

Desde Catalunya, el mensaje es claro: cualquier integración debe hacerse con garantías, transparencia y atención al impacto territorial. El informe que prepara la ACCO será clave para conocer hasta qué punto se está respetando ese principio de equilibrio que hoy, más que nunca, está en el centro del debate.