El sector turístico en Catalunya encadena un verano de éxito con ocupaciones de hasta el 100% en el puente de agosto
Hoteles, campings y casas rurales esperan el “punto álgido” de la temporada, con la Costa de Barcelona y el Pirineo registrando el lleno total
El sector turístico encara el puente de agosto con previsiones muy optimistas en toda Catalunya, especialmente en las zonas costeras y en el Pirineo, donde muchos establecimientos ya han colgado el cartel de completo. Hoteles, apartamentos, campings y casas rurales registran ocupaciones que oscilan entre el 85% y el 100%, en un fin de semana que se prevé como el punto álgido de la temporada de verano.
“Este fin de semana promete ser la estrella de la temporada”, afirma Isabel Mallol, presidenta del Gremio de Empresarios de Hostelería de la Costa de Barcelona – el Maresme, que anticipa una ocupación del 99% en la zona. Los buenos datos se repiten en la Costa Brava, la Costa Dorada y las comarcas pirenaicas, donde el atractivo natural, las actividades de aventura y las temperaturas más suaves han consolidado el interés de los visitantes.
Las empresas del sector constatan que todos los mercados “están funcionando bien”, tanto el nacional como el internacional. Turistas franceses, alemanes, belgas y británicos vuelven a llenar los destinos catalanes, mientras que el turismo de proximidad sigue siendo clave para mantener la actividad. El mes de agosto se confirma como “la joya de la corona” para el sector, con una demanda sostenida y una tendencia creciente a alargar las estancias más allá del puente.
Esta prolongación de la temporada, que se extiende hasta finales de agosto y principios de septiembre, se ve favorecida por la flexibilidad laboral, el teletrabajo y las buenas condiciones meteorológicas. Muchos establecimientos ya trabajan con reservas para la primera quincena de septiembre, especialmente en zonas rurales y del interior, donde el turismo familiar y de pareja mantiene una presencia destacada.
Con estas cifras, el sector turístico catalán encadena un verano de recuperación y consolidación, tras las incertidumbres de los últimos años. Las perspectivas son buenas, pero las empresas insisten en la necesidad de reforzar la calidad del servicio, la sostenibilidad y la gestión equilibrada de los flujos turísticos para garantizar un modelo que beneficie tanto a los visitantes como a las comunidades locales.
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