Alquilar una habitación es el doble de caro que en 2015 y Barcelona lidera el ranking

El precio medio de una habitación en España ha subido un 108 % en la última década, según el estudio de pisos.com basado en datos de pisocompartido.com. 

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Pisos Alquiler
Alquiler de viviendas en la fachada de un edificio en Barcelona, Catalunya (España). - David Zorrakino - Europa Press - Archivo

 

El mercado de habitaciones compartidas atraviesa un momento crítico. La escalada de precios ha transformado lo que hace diez años era una opción asequible en un desafío financiero para jóvenes, estudiantes y profesionales que buscan independencia residencial. Los datos recientes evidencian un aumento sostenido, con variaciones significativas según ciudad y provincia, lo que plantea una presión directa sobre la movilidad y la autonomía juvenil.

 

Evolución de los precios en la última década

Según el estudio de pisos.com, la renta media nacional ha pasado de 228,69 euros mensuales en 2015 a 475,98 euros en 2025, lo que supone un incremento del 108,13 %. Solo entre 2024 y 2025, la subida ha sido del 12,55 %, desde 422,92 euros hasta los 475,98 euros actuales.

Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, señala:
"El mercado de las habitaciones en pisos compartidos se ha contagiado de la subida de los alquileres residenciales. La mensualidad de una habitación en las capitales con más demanda iguala a la de un piso completo hace una década en algunos casos, lo que plantea un gran problema de accesibilidad, ya que los salarios no han evolucionado de la misma forma."

El fenómeno refleja un desequilibrio entre oferta y demanda. La presión normativa ha incentivado la búsqueda de alternativas menos reguladas, beneficiando a los pisos compartidos, pero la demanda supera ampliamente al stock disponible, empujando los precios al alza.

 

Principales ciudades y diferencias de coste

Barcelona lidera el ranking de ciudades más caras para compartir habitación, con un precio medio de 646 €/mes, seguida por Madrid con 622,14 €/mes y Palma con 617,31 €/mes. Las más económicas se encuentran en Badajoz, con 211 €/mes, y Cáceres, con 220 €/mes.

La concentración de la oferta se centra en Madrid, Barcelona y Valencia, mientras que, si se amplía a diez provincias, el 70,52 % de los pisos compartidos se encuentra en estas zonas. La distribución de la demanda también refleja esta tendencia, con Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Málaga agrupando más de la mitad de los inquilinos que buscan habitación.

"La demanda ha crecido por encima de lo que el stock disponible es capaz de absorber, y este desequilibrio afecta directamente a los precios," añade Font.

 

Perfil de los inquilinos

El informe revela que más de la mitad de los futuros inquilinos son mujeres, mientras que los hombres representan menos del 46 %. La franja de edad dominante es de 18 a 25 años, seguida del grupo de 26 a 35 años. Otros segmentos incluyen a los de 36 a 45 años, 46 a 60 y los mayores de 60, que representan el grupo más reducido.

En ciudades como Granada, la proporción femenina llega casi al 60 %, mientras que en Las Palmas se observa un equilibrio entre ambos sexos. Este reparto refleja cómo la búsqueda de habitaciones está influida tanto por la edad como por el género, especialmente en las capitales con mayor concentración de demanda.

 

Condiciones y equipamiento de los pisos compartidos

La mayoría de los anuncios publicados no especifica preferencia de género, y solo un pequeño porcentaje se reserva exclusivamente para chicas o chicos. Las parejas pueden acceder a ciertos pisos, mientras que la admisión de mascotas y fumadores es limitada.

En cuanto al equipamiento, más de la mitad de los pisos cuentan con lavadora e Internet, un tercio dispone de televisión y un porcentaje menor ofrece ascensor, trastero, piscina, secadora o gimnasio. Aunque la infraestructura básica está presente, la tendencia general muestra una ligera disminución de servicios en comparación con años anteriores, reflejando una oferta ajustada a la alta demanda.

 

Comparaciones internacionales

El fenómeno no se limita a España. Ciudades europeas como Londres, Dublín y Ámsterdam registran precios de habitaciones extremadamente elevados, que en muchos casos superan la mitad del salario mensual de un trabajador joven. Londres alcanza cifras de entre 900 y 1100 euros al mes, mientras que Dublín ronda los 700 a 1000 euros y Ámsterdam entre 600 y 900 euros.

En Estados Unidos, ciudades como Nueva York o San Francisco presentan precios de entre 1000 y 1500 dólares mensuales por una habitación, mientras que en Canadá, Toronto y Vancouver alcanzan los 700-1000 dólares canadienses. Incluso Australia, con Sídney y Melbourne, registra cifras equivalentes a 1400-2160 euros al mes, considerando el cálculo a partir de precios semanales.

La escasez de oferta y la presión de la demanda en estas ciudades han generado un mercado internacional de alquileres extremadamente competitivo, obligando a jóvenes y profesionales a replantearse movilidad, ahorro y expectativas de independencia.

 

La independencia juvenil cada vez más inaccesible

El aumento histórico del alquiler de habitaciones refleja un problema estructural de accesibilidad. Los jóvenes, estudiantes y trabajadores con ingresos limitados enfrentan un escenario en el que el coste de una habitación rivaliza con el salario disponible, generando dificultades para independizarse y afectando la movilidad urbana y europea.

Ferran Font concluye: "El perfil tipo de inquilino de esta clase de alquiler, el estudiante universitario, da mucha seguridad al propietario porque tiene el respaldo económico de la familia detrás. Sin embargo, la presión de la demanda sobre el stock disponible hace que los precios no dejen de crecer."

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