Minoritarios del Sabadell frenan la OPA de BBVA: la oferta no convence
La agrupación NEM recomienda a los pequeños accionistas no aceptar la propuesta mejorada de BBVA sobre Banco Sabadell, por considerarla insuficiente. Además, advierten sobre la centralización del poder y el valor de las antiguas cuotas de la CAM.
La comunidad de accionistas minoritarios de Banco Sabadell ha emitido una postura crítica frente a la oferta pública de adquisición (OPA) mejorada de BBVA. La agrupación Núcleo Estable de Accionistas Minoritarios (NEM), que representa a inversores con participación limitada y sin control sobre la gestión corporativa, subraya que el canje propuesto carece de incentivos suficientes para justificar su aceptación, especialmente en un contexto donde la valoración del banco y su estructura territorial son factores estratégicos clave.
Evaluación financiera de la oferta
Víctor Baeta, presidente de NEM, explicó a Europa Press: “Desde la asociación aconsejamos no vender, porque la nueva oferta ha eliminado la cuestión dineraria en efectivo, y aunque haya aumentado el canje, no es suficiente. No es atractiva”.
Desde un punto de vista económico, la eliminación de la contraprestación en efectivo reduce la liquidez inmediata para los accionistas minoritarios, limitando su capacidad de diversificación y aumentando la exposición a riesgos de integración. Además, aunque el número de acciones ofrecidas en el canje haya incrementado, este ajuste no compensa el valor potencial que los minoritarios perciben en la evolución independiente de Sabadell. Baeta añadió: “Las perspectivas de evolución de Sabadell son buenas. No nos arriesgaríamos a meternos en una operación así”.
Contrapunto y discrepancias con BBVA
El presidente de BBVA, Carlos Torres, afirmó recientemente que algunos minoritarios ya estaban aceptando el canje. Baeta respondió: “Que diga cifras, porque no se corresponde con lo que Sabadell dice”. Por su parte, César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, precisó que entre los accionistas clientes que podrían acudir al canje se encontraba un “0,0%”.
Esta discrepancia pone de relieve la tensión entre la percepción del comprador y la realidad del accionariado minoritario, donde la información transparente sobre participación y movimientos es crucial para valorar operaciones corporativas de alto impacto.
Impacto estratégico y territorial
Uno de los principales argumentos de NEM es el riesgo de deslocalización de la toma de decisiones. La asociación afirma: “Si pasamos a BBVA, la estructura se aleja más. Sería un banco menos territorializado en nuestras regiones”.
El análisis estratégico indica que la integración con BBVA podría centralizar funciones críticas en sus sedes principales, reduciendo la autonomía operativa de los centros locales y afectando la relación con clientes regionales, un elemento clave para la fidelización en segmentos históricos de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
Asimismo, NEM ha planteado interrogantes sobre la gestión de las antiguas cuotas participativas de la CAM, que aunque dejaron de cotizar, “están ahí y su valor no se ha reducido a cero”. Este activo histórico representa derechos residuales que podrían verse diluidos o modificados bajo una integración con BBVA, generando incertidumbre jurídica y financiera para los minoritarios.
Perspectiva corporativa y regulatoria
El plazo para que el consejo de administración de Sabadell se pronuncie sobre la OPA vence el próximo martes. Tanto el presidente, Josep Oliu, como César González-Bueno han manifestado su rechazo, calificando la oferta de “aún peor”.
El voto del consejero dominical David Martínez Guzmán se mantiene incierto. En la votación anterior, Guzmán rechazó la oferta por considerar el precio insuficiente, aunque reconoció que la fusión tenía sentido estratégico. En términos financieros, esto refleja un equilibrio delicado entre valoración de activos, estrategia de mercado y intereses de accionistas minoritarios, cuyo peso relativo puede condicionar la ejecución de la OPA.
Riesgo vs. oportunidad
Desde la perspectiva de los minoritarios, aceptar la OPA de BBVA implicaría asumir riesgos de liquidez, valoración y pérdida de autonomía territorial, mientras que mantener la independencia de Sabadell preserva la potencial revalorización futura y la proximidad operativa.
Como subraya Baeta, “No nos arriesgaríamos a meternos en una operación así”, sintetizando la postura de los pequeños inversores: cautela ante una oferta que, aunque mejorada, no cumple con los criterios financieros ni estratégicos que consideran esenciales.
Escribe tu comentario