Los autónomos crecen en los sectores técnicos, pero decrecen en el comercio
El RETA refleja un mercado autónomo desigual: mientras el comercio pierde afiliados, actividades técnicas y profesionales registran incrementos notables. Las mujeres consolidan su papel como motor del autoempleo.
Durante los primeros nueve meses del año, los datos del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) muestran un escenario fragmentado. En total, se han sumado 26.528 nuevos autónomos hasta septiembre, cifra inferior a los 37.712 del mismo periodo de 2024, pero suficiente para mantener la cifra total en 3,4 millones de afiliados, lo que supone un aumento cercano al 1% respecto a diciembre pasado.
“El empleo autónomo continúa cayendo en el sector del comercio, pero crece en otras sectores como el de actividades profesionales y técnicas”, destacan desde ATA, subrayando la dualidad entre sectores en declive y otros en expansión.
Comercio y transporte: los grandes perdedores
El comercio tradicional se enfrenta a retos estructurales, y la caída de 8.567 autónomos lo refleja claramente. La competencia de grandes plataformas, los cambios en hábitos de consumo y la digitalización acelerada han afectado a los pequeños comercios, que ven reducir su número de trabajadores por cuenta propia.
El transporte también registra retrocesos significativos, con 5.938 autónomos menos (-2,7%), y la industria pierde 1.354 trabajadores autónomos. La agricultura, por su parte, deja de contar con 1.147 cotizantes. Otros sectores como educación (-1.008) y actividades administrativas (-238) completan el listado de áreas en declive.
Sectores que tiran del empleo autónomo
En contraste, algunos segmentos muestran un crecimiento destacado, con la construcción liderando el aumento (+8.554), seguida de hostelería (+7.377) e información y comunicación (+6.419).
El fuerte incremento en actividades profesionales y técnicas (+10.065) refleja la tendencia hacia la especialización y los servicios basados en conocimiento, donde la innovación y la digitalización se convierten en motores del autoempleo.
Desigualdades geográficas: concentración del crecimiento
Casi nueve de cada diez autónomos nuevos se concentran en Comunidad Valenciana (8.947), Baleares (7.590) y Andalucía (6.241). “Casi nueve de cada diez autónomos ejercen su actividad en la Comunidad Valenciana, Baleares o Andalucía”, precisan desde ATA.
En términos absolutos, Baleares, Valencia, Málaga y Alicante concentran el 53% del aumento total, sumando 13.961 nuevos autónomos hasta septiembre. En cambio, regiones como País Vasco y Aragón registran caídas generalizadas, con Vizcaya a la cabeza (-994). Castilla y León, Comunidad de Madrid, Aragón, Navarra y La Rioja también muestran retrocesos.
El empuje femenino en el autoempleo
Uno de los datos más destacados es el liderazgo femenino en el crecimiento del empleo autónomo. De los 26.528 nuevos autónomos, 13.734 son hombres y 12.794 mujeres, pero la subida porcentual es mayor entre mujeres: “El porcentaje de mujeres que deciden poner en marcha su propio negocio aumenta hasta el noveno mes del año un 1%, frente al 0,6% registrado por los varones”, destacan desde ATA.
Esto consolida la tendencia de los últimos años: las mujeres son protagonistas en la expansión del autoempleo, especialmente en sectores técnicos, profesionales y de servicios avanzados.
Tendencias y análisis sectorial
El panorama refleja un mercado autónomo fragmentado. Mientras sectores tradicionales pierden dinamismo, servicios técnicos y profesionales lideran la recuperación. La especialización, la innovación tecnológica y la digitalización marcan la pauta de crecimiento.
Además, el contraste geográfico evidencia que no todas las regiones están en igualdad de condiciones: sur y litoral destacan frente a zonas del norte industrial, lo que señala la necesidad de políticas regionales adaptadas.
Comparativa con años anteriores
Aunque el número total de nuevos autónomos es inferior al registrado en 2024, la composición sectorial ha cambiado significativamente. Los sectores tecnológicos y profesionales concentran gran parte del crecimiento, mientras que comercio, transporte e industria continúan en retroceso.
Este fenómeno refleja no solo una transición económica hacia servicios especializados, sino también un cambio en la estructura del empleo por cuenta propia, donde la innovación, la formación y la digitalización son factores críticos.
Perspectivas de futuro
Los expertos coinciden en que sostener este crecimiento requiere medidas de apoyo que fomenten la digitalización, la formación y la innovación. Asimismo, es crucial prestar atención a los sectores en declive y fomentar políticas específicas que frenen la pérdida de autónomos en comercio, transporte y áreas tradicionales.
En definitiva, España mantiene un tejido autónomo sólido, pero marcado por desequilibrios sectoriales, regionales y de género, donde la capacidad de adaptación será determinante para el futuro del empleo por cuenta propia.
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