Carles Puigdemont exigirá a Pedro Sánchez ser el interlocutor de Junts

Sumar ha movido la primera ficha en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez a través de Jaume Asens ha quién después de descalabrar en sus listas al Congreso ha pedido que negocie con Carles Puigdemont el apoyo de Junts a la investidura del bloque progresista. 

El espacio capitaneado por Puigdemont quiere volver al escenario político y lanzará una propuesta a los socialistas en los próximos días. Un paquete de exigencias difíciles que incluye desde el reconocimiento de Carles Puigdemont como interlocutor como condición para empezar a negociar la investidura de Sánchez en el momento que la Fiscalía ha pedida la reactivación de la orden europea de busca y captura contra él. 

En lo que se ha interpretado en el mundo independentista tanto en Junts como en ERC como un ataque desde el PSOE dado que todavía colea el desliz de Sánchez sobre quién manda sobre la fiscalía.

Puigdemont busca que, de esa forma, Pedro Sánchez contribuya a su “rehabilitación pública” mientras que Junts ha pedido públicamente  “la amnistía y el derecho de autodeterminación” como peaje del apoyo de su partido a la investidura de un nuevo gobierno de coalición después de que su cúpula descartara en un primer momento la investidura de Sánchez.

Por su parte el líder de los socialistas catalanes. Salvador Illa,  ha pedido a Junts que esté a la altura de las circunstancias, y ha sostenido que en Francia y en Alemania, en este momento complejo, se ha hecho la lectura de que el 23-J ha servido para frenar a la extrema derecha.

Para el PSOE estas elecciones han dejado un mensaje en claro en Catalunya a favor de la “convivencia, del diálogo y del camino abierto en contra de la división. Son resultados nítidos y claros. La ciudadanía se ha expresado de forma inequívoca. Los números lo avalan”, defienden los socialistas.

Por primera vez desde 2008, el PSC ha ganado los comicios, con el 34,5% de los votos y 1,2 millones de sufragios. El resultado es histórico, porque aporta al conjunto del socialismo español 19 escaños y aumenta en tres el diferencial con el PP: si era de 10 ahora pasa a ser de 13, y en 700.000 votos.