Girona copia a Ayuso: el Ayuntamiento pide poner plantas y flores en los balcones
El consistorio lanza una campaña para "renaturalizar" la ciudad con especies autóctonas y convierte a los vecinos en jardineros urbanos
Girona sigue los pasos de Madrid y pide a sus vecinos llenar los balcones de flores y plantas. El Ayuntamiento ha lanzado una iniciativa de “renaturalización” del entorno urbano que apuesta por introducir vegetación autóctona en terrazas y ventanas, como lavanda, romero o arce blanco. Todo con un objetivo: hacer de Girona una ciudad más verde, saludable y resiliente frente al cambio climático… con la ayuda de la ciudadanía.
La propuesta recuerda inevitablemente a las palabras de Isabel Díaz Ayuso durante la campaña electoral de 2023, cuando propuso que “cada balcón de Madrid tenga una planta” como solución medioambiental. Una frase que fue objeto de bromas y críticas en redes sociales, y que ahora cobra un nuevo sentido tras la decisión del Ayuntamiento gerundense.
La medida incluye talleres en centros cívicos para enseñar a los vecinos qué plantas elegir y cómo cuidarlas, así como una peculiar "gimcana verda" llamada Secrets Veïnals, con decenas de retos para fomentar el conocimiento del entorno natural. Júlia Noya Garcia, de SEO/BirdLife Catalunya, ha explicado que apostar por especies autóctonas es clave para la biodiversidad: “Siempre queremos esa planta exuberante, de hojas grandes, que es muy exótica, pero puede tener repercusiones negativas para la biodiversidad. En cambio, estas plantas [locales] son muy resilientes y se adaptan fácilmente porque son de aquí”.
Aunque la intención del consistorio es positiva, esta iniciativa recuerda a otras campañas verdes descargan la responsabilidad en los vecinos, cuando debería ser la propia administración la que lidere un urbanismo más verde con fondos públicos y planificación estructural. Pedir a los ciudadanos que hagan el trabajo de las autoridades es populista y es una forma de rehuir del trabajo que tiene el propio gestor político.
La comparación con Ayuso —quien fue duramente ridiculizada cuando propuso llenar de plantas los balcones madrileños— está servida, aunque en Girona el enfoque se acompaña de educación ambiental y acompañamiento. Aun así, la pregunta sigue sobre la mesa: ¿deben ser los ciudadanos quienes embellezcan y oxigenen las ciudades?
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