Tras terminar la ceremonia religiosa en la abadía de Westminster, los restos de Isabel II se dirigen hacia el Castillo de Windsor. La procesión con el cortejo fúnebre pasa por delante de dos estatuas dedicadas al padre y la madre de la reina fallecida, inauguradas en 1955 y 2002, respectivamente.

Unos 2.000 invitados, contando con medio millar de representantes de monarquías y jefaturas de estados de todo el mundo, han podido dar su último adiós a la soberana británica en el interior de Westminster.

La última despedida a la reina: en marcha el funeral de Isabel II

La ceremonia del funeral ha terminado con dos minutos de silencio, no solo en el edificio religioso, sino en todo el país. De hecho, incluso se ha interrumpido el tráfico aéreo durante media hora.

Tras la salida de la abadía, personal del Palacio de Buckingham han mostrado su respeto frente al edificio al paso del cortejo fúnebre, igual que lo han hecho los ciudadanos congregados en las inmediaciones del edificio.