Encarcelan a una pareja por conspirar para vender secretos nucleares de EEUU escondidos en un sándwich

Un ingeniero de la Marina de los EE. UU. y su esposa fueron sentenciados a prisión por tratar de vender secretos militares confidenciales a un gobierno extranjero anónimo, incluido un caso en el que escondieron documentos oficiales dentro de un sándwich de mantequilla de maní.

El miércoles, Jonathan Toebbe y su esposa, Diana Toebbe, fueron sentenciados a más de 19 y casi 22 años de prisión, respectivamente, luego de que ambos se declararan culpables de conspiración a principios de este año, según el Departamento de Justicia de EE. UU.

Jonathan, de 44 años, se desempeñó anteriormente como ingeniero nuclear en la Marina de los EE. UU. y fue asignado al Programa de Propulsión Nuclear Naval, también conocido como Reactores Navales, según el Departamento de Justicia. Diana, de 46 años, era maestra de una escuela privada en su ciudad natal de Annapolis, Maryland, según The Washington Post .

Durante la sentencia, la jueza de distrito de EE. UU. Gina Groh citó el " gran peligro " que la pareja representaba para la seguridad de EEUU y dijo que la historia de la pareja "se lee como una novela policíaca o un guión de película", según Associated Press. Groh agregó que las "acciones y las codiciosas intenciones egoístas de Jonathan colocaron a los miembros del servicio militar en el mar y a todos los ciudadanos de este país en una posición vulnerable y en riesgo de sufrir daños por parte de los adversarios".

Aunque Jonathan tuvo acceso a los datos confidenciales a través de su trabajo, el Post informó que Diana recibió una sentencia más larga porque el juez descubrió que ella obstruía la justicia y no tenía derecho a una pena de prisión más corta por aceptar la responsabilidad. AP también informó que Diana intentó enviar a su esposo dos cartas desde la cárcel, que fueron interceptadas, y en una lo alentaba a mentir sobre su participación.

Según el Departamento de Justicia, que citó documentos judiciales, Jonathan envió previamente un paquete a un gobierno extranjero anónimo que contenía una muestra de datos restringidos e instrucciones sobre cómo establecer una relación para comprar más secretos.

Después de enviar mensajes a través de un correo electrónico encriptado con alguien que creía que era un representante del gobierno extranjero, que en realidad era un agente encubierto del FBI, Jonathan continuó comunicándose con ellos durante varios meses antes de que se llegara a un acuerdo para vender datos restringidos por miles de dólares en criptomonedas, dijo el Departamento de Justicia.

En junio de 2021, después de que el agente del FBI enviara 10,000 dólares a Jonathan como un pago de "buena fe", Jonathan entregó una tarjeta SD en un lugar preestablecido que contenía elementos de diseño militares sensibles relacionados con reactores nucleares submarinos. El artículo estaba escondido dentro de medio sándwich de mantequilla de maní, dijo el Departamento de Justicia.

Después de que el agente encubierto obtuviera la tarjeta SD, le enviaron a Jonathan un pago en criptomoneda de 20.000 dólares, lo que lo llevó a enviarle un correo electrónico al agente con una clave de descifrado para la tarjeta SD.

Meses después, Jonathan dejó otra tarjeta SD, que estaba escondida dentro de un paquete de goma de mascar. Después de que el agente del FBI hizo un pago de 70.000 dólares, recibió otra clave de descifrado y descubrió que la tarjeta también tenía datos restringidos similares.

El FBI arrestó a Jonathan y Diana el 9 de octubre de 2021, después de que colocaran otra tarjeta SD en un lugar previamente acordado en West Virginia, según el Departamento de Justicia.

Durante la audiencia de sentencia, Jonathan dijo, según el Post , que creía que su familia "estaba en una grave amenaza, que la democracia misma estaba al borde del colapso. Y ese tipo de pensamiento catastrófico me abrumó". 

El medio señaló que la pareja, que tiene dos hijos de 12 y 16 años, intentaba salir de los EE UU y una búsqueda del FBI en su casa encontró varios artículos, incluidos pasaportes para sus hijos, miles de dólares en efectivo y documentos triturados.

“Fallé en mi responsabilidad con el pueblo estadounidense de preservar los secretos que me fueron confiados”, dijo Jonathan en la sentencia, según el Post, mientras que Diana declaró: “Debería haber seguido mi instinto y tratar de disuadir a mi esposo de esto. Pero las dificultades de mi familia continuaron, mi depresión estaba en su punto más alto y sentí que la situación política del país era terrible".

Ella agregó: "No solo fallé en disuadirlo; de hecho, participé en ayudarlo y quería que tuviera éxito. En ese momento, absurdamente pensé que era una forma de salir de estas luchas".