Estados Unidos y Corea del Sur terminan tres días de maniobras militares conjuntas

Los Ejércitos de Corea del Sur y de los Estados Unidos dieron por finalizados, el pasado jueves 1 de agosto, tres días de ejercicios militares diseñados para integrar las fuerzas convencionales surcoreanas con las capacidades nucleares estadounidenses. Estas maniobras, que los ejércitos de ambos países han hecho por primera vez en la historia, se llevan a cabo en un momento de máxima tensión militar en la península coreana.

Seúl y Washington han realizado estos ejercicios con el objetivo de "responder mejor a las amenazas nucleares" de Corea del Norte y ampliar su capacidad de disuasión, según informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Sin embargo, el Ejército estadounidense ha desmentido la incorporación de un escenario de ataque nuclear por parte de Pyongyang en sus próximos grandes ejercicios militares, programados para este mes de agosto.

En las últimas semanas, las tensiones bilaterales han aumentado, reflejadas en el intercambio de globos con propaganda y basura. 

Además, se debe tener en cuenta que Seúl ha reanudado las retransmisiones de propaganda mediante altavoces en la frontera, una actividad que había sido suspendida durante 6 años y que se volvió a hacer hacer casi 2 meses, el pasado 9 de junio. Paralelamente, Corea del Sur ha reiniciado maniobras con fuego real cerca de la frontera común.

Corea del Norte intensifica sus lanzamientos

Las autoridades norcoreanas, por su parte, han intensificado los lanzamientos de misiles balísticos y otros proyectiles, describiéndolos como "advertencias" ante las acciones de Seúl y sus maniobras conjuntas con Washington. Cabe recordar que ambos países siguen técnicamente en guerra, ya que la Guerra de Corea (1950-1953) concluyó con un armisticio, sin que se haya firmado un acuerdo de paz hasta la fecha.

Este contexto de alta tensión resalta la delicada situación en la península coreana, donde cualquier ejercicio militar o acción propagandística puede ser interpretado como una provocación, exacerbando aún más las frágiles relaciones entre los países divididos por una de las fronteras con más tensión de nuestro planeta.