Preguntamos a la IA quién será el nuevo Papa y el resultado es clarísimo

La IA ha analizado datos de los principales “papabili” y señala a un cardenal veterano con amplio respaldo como favorito para suceder a Francisco.

|
Nuevo Papa, incógnita   CANVA
Nuevo Papa, incógnita - CANVA

 

A su llegada al Vaticano el 7 de mayo de 2025, los cardenales debutan en el cónclave con la misión de nombrar al nuevo Pontífice. En medio del duelo por la muerte de Francisco, la contienda refleja viejas tensiones internas: ¿continuar la línea progresista y sinodal del papa argentino o retornar a posturas más conservadoras? Las fuentes y medios consultados trazan perfiles y apoyos de los favoritos, y según ese análisis —nunca determinista, pero muy respaldado en datos recientes— emerge un candidato con clara ventaja.

Escenario del cónclave

Los expertos recuerdan que no hay campañas formales: la elección papal depende del consenso del Colegio Cardenalicio, que hoy refleja una mayoría de designaciones hechas por Francisco (más del 80%). Sin partidos ni votación pública, los cardenales conversan y al final suelen buscar un candidato que reúna liderazgo reconocido, equilibrio doctrinal y representatividad geográfica. Los observadores subrayan que habrá tensiones entre el ala reformista (defensores de temas sociales, migrantes y diálogo) y la conservadora (focalizada en la doctrina tradicional). Además, influyen la edad de los electores (prefieren papas relativamente jóvenes para futuros pontificados) y el equilibrio regional: el mundo anglosajón tiene varios candidatos (especialmente EE.UU.), pero crece el peso de África y Asia.

Candidatos destacados

Según fuentes religiosas y medios internacionales, estos son algunos de los “papabili” que más suenan:

  • Card. Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado del Vaticano y diplomático veterano. Ha sido clave en acuerdos internacionales (como el pacto de 2018 con China) y es visto como un puente entre los progresistas y los conservadores. Su perfil sobrio y negociador (no es proclive a discusiones mediáticas) le valora tanto entre cardenales tradicionales como moderados.
  • Card. Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): Exarzobispo de Manila, con fuerte carisma popular. Su defensa de los pobres y migrantes, y su estilo cercano (le llaman el “Francisco asiático”), lo convirtieron en favorito de muchos franciscanos. En 2019 asumió la evangelización mundial, pero algunos conservadores dudarían de un pontífice tan progresista.
  • Card. Matteo Zuppi (Italia, 69 años): Arzobispo de Bolonia, estrecho aliado de Francisco. Históricamente fue mediador en conflictos (Moscú–Járkov, Mozambique), promotor de proyectos sociales (sant’Egidio) y defensor de migrantes y diálogos interconfesionales. Zuppi encarna al “párroco de a pie”, pero su perfil abierto preocupa a sectores tradicionales (especialmente por la lentitud en enfrentar abusos en su diócesis).
  • Card. Peter Turkson (Ghana, 76 años): Vicepresidente emérito del Consejo de Economía. Un cardenal africano influyente, conocido por alertar en Davos sobre pobreza y medioambiente. Podría ser el primer papa africano en la historia, pero enfrenta el factor edad (76) y la presencia de otros aspirantes africanos (como Ambongo).
  • Card. Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años): Arzobispo de Marsella, moderado y bromista. Nacido en Argelia, promueve el diálogo con el mundo islámico y políticas de acogida a inmigrantes. Es cercano a las ideas de Francisco, aunque nunca ha liderado un gran dicasterio global.
  • Card. Mario Grech (Malta, 68 años): Fue secretario general del Sínodo de Obispos y hoy rige la Secretaría del Sínodo. Inicialmente considerado conservador, se alineó con las reformas de Francis (apoyó reconocimiento de parejas civiles, apertura a divorciados, derechos LGBT). Sus aliados afirman que conoce a casi todos los cardenales (ventaja en el cónclave).
  • Card. Cristóbal López Romero (España, 72 años): Arzobispo de Rabat (Marruecos), natural de Córdoba. Es reconocido por su trabajo con migrantes en el Mediterráneo y el diálogo interreligioso. En entrevistas recientes bromeó que “huyo del trono”, pues afirma no desear ser papa. Su perfil altruista y de periferias le da apoyo moral, aunque él mismo resta posibilidades a su candidatura.
  • Card. Robert Prevost (EE.UU., 69 años): Prefecto de la Congregación para los Obispos. Misionero años en Perú, discreto en medios y fiel colaborador de Francisco en temas de justicia social. Llegó a Roma en 2023 para elegir obispos globalmente, lo que le hizo conocido entre prelados de todo el mundo. Algunos lo ven como posible “compromiso estadounidense” si se busca alargar la influencia de América.
  • Card. Joseph Tobin (EE.UU., 66 años): Arzobispo emérito de Newark, religioso agustino. Su carrera diplomática y pastoral la desarrolló mayormente fuera de EE.UU. (África y Asia), lo que podría seducir a cardenales cautelosos con un papa muy centrado en EE.UU. Su historia de “exiliado en el Vaticano” (fue sancionado tras criticar a Francisco en 2016, pero luego reivindicado) le da un perfil dramático ante los electores.

Otros posibles aspirantes: Cardenales como Gérald Lacroix (Canadá, defensor de pobres y figuras del Pueblo de Dios), Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, pro-sinodalidad), Luis Ladaria (España, ex-prefecto de Doctrina de la Fe), o Card. Blase Cupich (EE.UU., Chicago) también han aparecido en discusiones. Sin embargo, su apoyo suele considerarse secundario frente a los nombres citados.

Factores clave en la elección

Los analistas coinciden en que no hay favorito instantáneo: el conclave siempre elige en forma secreta y sorpresiva. Sin embargo, el balance actual de fuerzas sugiere buscar un candidato de consenso intercampamental y equilibrio geográfico. El cardenal “ideal” sería alguien con peso internacional, abierto a la reforma de Francisco pero aceptable para el ala conservadora del Colegio. En ese contexto, destacan varios elementos:

  • Equilibrio doctrinal. La Iglesia vive tensiones sobre migración, matrimonio gay y disciplina eclesial. Un candidato muy liberal (como Tagle o Zuppi) seduce a los progresistas, pero podría despertar reticencias en purpurados tradicionales. Al revés, un conservador estricto (como Erdo o Ranjith) no contaría con amplios apoyos de los seguidores de Francisco. Por eso medios como Reuters califican a Parolin de «candidato de compromiso entre progresistas y conservadores».
  • Ubicación geográfica. Tras 45 años sin papas italianos, hay expectativas diversas: algunos electores están listos para un papa de África o Asia (Turkson, Tagle, Bo o Ambongo ganarían peso mundial), mientras otros valoran mantener un europeo al frente. La experiencia papal de Francis (primera vez un americano-latino pontífice) hace pensar en una vuelta hacia el Viejo Continente o, por el contrario, en consolidar la globalización de la Iglesia.
  • Edad y vitalidad. La mayoría de cardenales favorece un papa relativamente joven (60–70 años) para un pontificado largo. Eso descarta a precandidatos muy mayores (p.ej. Arborelius ya tiene 75, Sarah 79) y favorece a los «papabili» de 60–70 años. Destacan Zuppi (69), Tagle (67) y Aveline (66) en este aspecto. Incluso Pierbattista Pizzaballa (60) fue mencionado, aunque su falta de experiencia global le resta opciones.
  • Dinámica del cónclave. En votaciones anteriores, muchas veces se eligió un “santo remanente”: un cardenal con buen cartel y poco renombre en medios. En la práctica reciente, sin embargo, los nombres fuertes suelen imponerse. Por ello, los más mencionados en medios (confluencia de periodistas e ‘informes’ previos) suelen reflejar con bastante precisión las candidaturas reales.

¿Quién es el favorito?

Sumando todos los factores y los pronósticos de fuentes diversas (Vatican News, NCR, The Tablet, Reuters, AFP, etc.), un nombre aparece con más fuerza: el cardenal Pietro Parolin. Sus ventajas son claras: gran experiencia diplomática internacional (ex nuncio en Venezuela, arquitecto del diálogo con China), puesto clave como Secretario de Estado desde 2013, dominio de numerosos idiomas y el respeto tanto de prelados conservadores como de liberales. Además, Parolin regresaría al papado a un italiano por primera vez en 45 años, opción que también atrae a algunos en la Curia.

Los detractores señalan sus sombras: no es un orador carismático y ha enfrentado críticas por escándalos financieros vaticanos. Sin embargo, Reuters apunta que estos cuestionamientos no han mellado gravemente su reputación. En términos probabilísticos, muchas casas de apuestas y analistas lo colocan entre los tres primeros (junto a Tagle o Turkson).

En segundo lugar suelen mencionarse cardenales como Luis Tagle (conserva respaldo de Asia y Latinoamérica), Matteo Zuppi (popular italiano afín a Francis) y Peter Turkson (por África), aunque cada uno enfrenta contras: Tagle entusiasma a muchos por su cercanía con Francisco, pero tradiciones europeas podrían rechazar un Papa muy liberal; Zuppi inspira afecto social pero sus vínculos con el escándalo del clero podrían pesar; Turkson simboliza la creciente África, pero su edad y la competencia de otros africanos moderados le complican.

En definitiva, Parolin reúne el equilibrio requerido: su currículum de conciliación doctrinal y experiencia global “lo convierte en el preferido de franjas amplias del colegio”. La última palabra la tendrá el Espíritu Santo en la Capilla Sixtina, pero según este análisis de IA —que compila las posturas de medios y expertos católicos— el sucesor de Francisco tiene importantes chances de ser un cardenal diplomático italiano de 70 años, capaz de aglutinar al menos a la mayoría del cónclave. En el Vaticano se habla de todos los papables, pero las señales apuntan clarísimamente a Parolin como el nuevo Papa con mayores probabilidades.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA