Irán lanza una dura amenaza a EE.UU. e Israel y se declara listo para un conflicto si es provocado
El comandante de la Guardia Revolucionaria afirma que Irán descarta las armas nucleares, pero amenaza con una respuesta devastadora si es atacado
En un discurso cargado de tensión y simbolismo, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hosein Salami, ha dirigido este jueves un mensaje contundente a Estados Unidos e Israel, advirtiendo que “abrirán las puertas del infierno” si se atreven a dar un paso en falso contra la República Islámica. La amenaza ha sido lanzada durante un acto conmemorativo en honor al expresidente Ebrahim Raisi, fallecido hace un año en un accidente de helicóptero, y recogida por la agencia oficial iraní Tasnim.
Con tono desafiante, Salami aseguró que Irán ha preparado con antelación una posible respuesta militar en caso de agresión. “Estamos listos. Si se equivocan, les infligiremos un desastre tal que olvidarán por completo lo vivido durante las operaciones Promesa Verdadera 1 y 2”, manifestó, en alusión a dos episodios de confrontación directa entre Irán e Israel: el primero, en 1979, tras la Revolución Islámica, y el segundo, en octubre de 2024, cuando Irán lanzó una ofensiva con cerca de 200 misiles que fue respondida con contundencia por las Fuerzas de Defensa israelíes.
Salami también evocó el impacto que tuvo el lanzamiento de un misil hutí sobre el aeropuerto internacional Ben Gurión como ejemplo del tipo de amenaza que podría intensificarse. En un tono claramente amenazante, advirtió que una futura escalada podría implicar “miles de misiles”.
Un mensaje doble: amenaza militar y voluntad diplomática
Más allá de sus advertencias bélicas, el comandante iraní también se refirió al complejo y tenso diálogo en torno al programa nuclear de su país. Según sus declaraciones, Teherán ha renunciado al desarrollo de armamento atómico, eliminando las armas nucleares de su doctrina de defensa por razones ideológicas. “No buscamos armamento nuclear de manera voluntaria. Hemos excluido su uso en base a nuestras creencias”, aseguró.
No obstante, dejó claro que esta decisión no significa una renuncia a los intereses nacionales. “Esta posición tiene un coste, pero la nación iraní no cederá sus intereses vitales bajo ninguna presión”, añadió. Salami pidió que las diferencias se diriman desde un enfoque “justo y diplomático”, sin recurrir a las amenazas ni a la imposición. Aun así, advirtió que, si Washington decide imponer su voluntad por la fuerza, Irán está “preparado para afrontar un conflicto a cualquier escala”.
Contexto regional marcado por la desconfianza
Las declaraciones del alto mando militar iraní se enmarcan en un contexto geopolítico cada vez más enrarecido, con las relaciones entre Teherán, Tel Aviv y Washington marcadas por décadas de tensiones, episodios bélicos y negociaciones fallidas. En los últimos meses, los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo nuclear —conocido como JCPOA— han avanzado lentamente, obstaculizados por desconfianzas mutuas y los efectos colaterales de la guerra en Gaza, así como por el papel de las milicias respaldadas por Irán en la región.
Por su parte, tanto Estados Unidos como Israel han reiterado su firme compromiso de impedir que Irán se dote de armas nucleares, y han advertido que mantienen sobre la mesa todas las opciones para lograrlo, incluidas las militares.
Una retórica que intensifica el pulso
Las palabras de Salami, lejos de suavizar el clima, elevan la retórica de confrontación en una región donde la paz siempre pende de un hilo. Mientras Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos y que busca una resolución diplomática, su élite militar advierte con determinación que no dudará en responder con fuerza si se siente amenazada.
Con esta nueva advertencia, Irán busca enviar un mensaje claro: está dispuesto a sentarse en la mesa de diálogo, pero no a cualquier precio. Y si considera que sus líneas rojas han sido cruzadas, su respuesta —según sus propias palabras— no será moderada. En un tablero internacional marcado por la incertidumbre, las declaraciones del comandante Salami parecen querer dejar claro que, para Irán, la defensa de su soberanía está por encima de cualquier presión internacional.
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