Rumanía: la segunda vuelta electoral que podría llevar a la extrema derecha al poder y sacudir la UE
Este domingo, Rumanía celebra una segunda vuelta presidencial decisiva que podría transformar profundamente su rumbo estratégico y económico, justo en el marco de un “superdomingo” electoral europeo que también involucra a Polonia y Portugal.
La contienda rumana enfrenta a George Simion, líder ultranacionalista y populista de extrema derecha, crítico feroz de la Unión Europea y admirador del movimiento MAGA de Donald Trump, contra Nicuşor Dan, un independiente centrista y alcalde de Bucarest. Simion arrasó en la primera vuelta con un 41%, el doble que Dan, pero encuestas recientes reflejan un empate técnico en una elección descrita como la más relevante en la historia poscomunista de Rumanía.
El eurodiputado liberal rumano Siegfried Mureşan advirtió que una victoria de Simion “debilitaría la unidad europea, socavaría el apoyo a Ucrania y solo beneficiaría a Vladímir Putin”, subrayando la dimensión geopolítica crítica de estos comicios.
Simultáneamente, Polonia afronta sus elecciones presidenciales con 13 candidatos, entre ellos el alcalde centrista de Varsovia, Rafał Trzaskowski, favorito para avanzar a la segunda vuelta contra Karol Nawrocki, respaldado por el partido nacional-conservador Ley y Justicia. Un triunfo de Trzaskowski fortalecería la agenda reformista del primer ministro Donald Tusk.
En Portugal, el país acude a sus terceras elecciones anticipadas en tres años tras la caída del gobierno centroderecha liderado por Luís Montenegro. Se espera que la plataforma Alianza Democrática de Montenegro obtenga el primer lugar, aunque sin mayoría absoluta, lo que complicaría la formación de gobierno.
La victoria de Simion en Rumanía ya provocó la caída del gobierno de coalición entre socialdemócratas y liberales. Su ascenso representa un cambio radical, con promesas de nombrar a Călin Georgescu —un político de extrema derecha bajo investigación por financiación irregular y promoción de grupos fascistas— como primer ministro.
El presidente rumano posee amplias facultades ejecutivas, incluyendo política exterior, seguridad y nombramientos judiciales, así como la potestad de disolver el Parlamento. Analistas advierten que, con un AUR fortalecido y la oposición dividida, un gobierno minoritario liderado por Simion podría surgir, respaldado posiblemente por fuerzas tradicionales para evitar elecciones anticipadas.
Simion se opone a incrementar la ayuda a Ucrania y ha criticado duramente a líderes europeos, aunque insiste en mantener a Rumanía en la UE y la OTAN. Podría aliarse con figuras como Viktor Orbán en Hungría y Robert Fico en Eslovaquia para formar un bloque disruptivo dentro de Europa.
Esta perspectiva ha inquietado a mercados e inversores, con la moneda rumana debilitándose y alertas desde las principales cámaras empresariales extranjeras sobre un posible deterioro del clima económico. Rumanía enfrenta ya el mayor déficit presupuestario de la UE.
Estas elecciones, las más cruciales para Rumanía en décadas, se inscriben en un momento delicado para Europa, donde las decisiones tomadas en este “superdomingo” electoral pueden afectar el equilibrio político, económico y geopolítico del continente entero.
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