Monumental enfado de Kim Jong-un tras el fiasco de la presentación de un buque de guerra en Corea del Norte

La Armada de Corea del Norte tenía previsto presentar en sociedad un nuevo destructor de 5.000 toneladas, supuestamente equipado para portar misiles nucleares tácticos de corto alcance. Según fuentes militares surcoreanas, el buque habría sido desarrollado con apoyo técnico ruso a cambio del envío de tropas norcoreanas para respaldar a Rusia en su ofensiva en Ucrania.

El evento de presentación, celebrado el miércoles 21 en la ciudad portuaria de Chongjin, contó con la presencia del líder supremo del país, Kim Jong-un. Se trataba del segundo destructor revelado por Pyongyang en menos de un mes y estaba destinado a ser una nueva demostración de poderío militar. Sin embargo, la ceremonia terminó en desastre: durante la botadura, el navío volcó, sufriendo daños estructurales considerables.

En un gesto inusual de transparencia, la agencia estatal KCNA confirmó el accidente al día siguiente. Además, difundió las duras palabras de Kim Jong-un, quien calificó el incidente como "un acto criminal causado por absoluto descuido e irresponsabilidad" y aseguró que no sería tolerado.

“El accidente ha destruido la dignidad y el respeto propio de nuestro Estado”, declaró el líder norcoreano, quien exigió que el buque sea reparado antes de la próxima reunión plenaria del Partido de los Trabajadores. Según KCNA, Kim advirtió que los responsables del fallo serán juzgados durante ese encuentro, aludiendo a la "inexperiencia del mando y la negligencia operativa" de los funcionarios implicados.