Epi y Blas se convierten en los nuevos enemigos de Trump: el presidente declara la guerra a Barrio Sésamo
La histórica serie infantil, acusada de ser “demasiado progresista”, podría verse afectada por la orden ejecutiva del expresidente
Donald Trump ha sumado nuevos enemigos a su larga lista: Epi, Blas, Elmo, el Monstruo de las Galletas y el resto de personajes de Barrio Sésamo. El expresidente de Estados Unidos considera que la serie infantil es demasiado progresista, social, liberal y de izquierdas, y ha convertido al programa en uno de sus nuevos objetivos.
La medida más directa ha sido la firma de una orden ejecutiva para suspender toda financiación federal destinada a NPR y PBS, responsables de programas como Plaza Sésamo. La decisión ha generado un intenso debate sobre el papel de la radiodifusión pública en Estados Unidos y la libertad de prensa.
Desde que comenzó a emitirse en 1969, Barrio Sésamo ha promovido valores como la igualdad y el respeto. Sus personajes han abordado temas como la diversidad, el racismo, la obesidad infantil o la alimentación saludable. A pesar de que hasta ahora todos los gobiernos, tanto demócratas como republicanos, habían apoyado su emisión, Trump ha roto con esa tradición.
La serie ha reaccionado con una imagen simbólica publicada en redes sociales donde se ven las manos entrelazadas de sus personajes, deseando un feliz mes del Orgullo, pero sin entrar en confrontación directa con el expresidente.
Según datos de la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB), aunque NPR y PBS reciben solo una fracción de sus recursos del gobierno federal, más de 1.500 estaciones locales dependen de esas asignaciones para seguir funcionando. El futuro de programas emblemáticos como Barrio Sésamo es ahora incierto.
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