Una ciudad al borde del colapso: imponen el toque de queda en Los Ángeles para "proteger vidas"
La alcaldesa Karen Bass impone restricciones nocturnas tras el aumento de las detenciones y la tensión por el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por Trump
La ciudad de Los Ángeles vive momentos de alta tensión social y política tras varios días de movilizaciones en rechazo a las redadas migratorias impulsadas por el Gobierno del expresidente Donald Trump. En respuesta al incremento de los disturbios y el deterioro del orden público, la alcaldesa Karen Bass ha decretado un toque de queda en el centro de la ciudad, que estará vigente desde la noche del martes hasta la mañana del miércoles.
La medida, según ha explicado la propia alcaldesa en rueda de prensa, responde a la necesidad de “proteger vidas y salvaguardar propiedades” en medio de una escalada de enfrentamientos que ha derivado en la detención de casi 200 personas en un solo día.
Horario y alcance del toque de queda
El toque de queda comenzó a las 20:00 horas del martes (hora local) y permanecerá activo hasta las 6:00 de la mañana del miércoles, afectando exclusivamente a una zona de 2,59 kilómetros cuadrados en el centro de Los Ángeles. Aunque esta área representa solo una pequeña parte del total del municipio, ha sido uno de los principales focos de las protestas más recientes.
Quedan exentos de esta restricción los residentes, personas sin hogar, fuerzas de seguridad, personal sanitario de urgencias y periodistas acreditados, quienes podrán circular libremente dentro del horario marcado.
Detenciones en aumento: casi 200 arrestos en un solo día
Las autoridades locales han mostrado una creciente preocupación ante lo que describen como una "escalada preocupante" de disturbios. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, ha informado de que solo este martes se practicaron 197 detenciones, una cifra que contrasta fuertemente con los 114 arrestos del lunes, los 40 del domingo y los 27 del sábado.
“Estamos viendo un comportamiento cada vez más temerario e ilegal que pone en peligro tanto a los manifestantes como a la comunidad en general”, advirtió McDonnell.
Advertencia firme a los manifestantes
El jefe policial fue claro al explicar que cualquier persona que no esté exenta y se encuentre en la zona restringida durante el toque de queda será detenida. Hizo hincapié en que acciones como bloquear autopistas, cortar calles o negarse a dispersarse cuando lo ordenan las fuerzas del orden son actos “peligrosos, ilegales y que no serán tolerados”.
Las manifestaciones comenzaron el viernes anterior, tras conocerse una nueva ola de redadas migratorias que han sido ampliamente criticadas por activistas, colectivos sociales y parte de la población local. Las tensiones han aumentado aún más con el despliegue de la Guardia Nacional, una decisión que ha generado un choque institucional entre diferentes niveles de gobierno.
Un conflicto con raíces políticas y sociales
Detrás de esta ola de protestas hay un fondo político que enfrenta a las autoridades locales con decisiones del Gobierno federal. La presencia de la Guardia Nacional, ordenada por el expresidente Trump, ha sido vista por muchos como una provocación y una muestra de fuerza que ha exacerbado los ánimos en las calles.
La alcaldesa Bass ha defendido su decisión de implementar el toque de queda como una medida temporal y estrictamente necesaria para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Sin embargo, también ha llamado al diálogo y ha pedido que las manifestaciones se mantengan en el marco de la no violencia y el respeto a las leyes.
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