Oriente Medio vive su jornada más crítica, con la situación alcanzando un punto de inflexión. Israel se encuentra bajo un brutal asalto de misiles balísticos lanzados desde Irán, que ha desencadenado las sirenas antiaéreas y sembrado el pánico desde el norte hasta el sur del país, afectando directamente a grandes urbes como Jerusalén y Tel Aviv.
Los equipos de Magen David Adom, los servicios de emergencia israelíes, se han desplegado a contrarreloj en las zonas donde se han reportado impactos, con informes de afectaciones en áreas como Ashdod y Haifa. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han confirmado la detección masiva de proyectiles, emitiendo una alerta inmediata a los ciudadanos para que busquen refugio. "Las explosiones que están escuchando son el resultado de interceptaciones o de proyectiles caídos", ha precisado la IDF, asegurando que sus sistemas de defensa "están trabajando sin descanso para interceptar la amenaza". Este es ya el segundo bombardeo importante de Irán contra Israel en el día, tras un misil interceptado sin causar daños ni víctimas alrededor de las tres de la madrugada (hora local).
La espiral de violencia: un conflicto de alcance regional y global con represalias sin tregua
Este intercambio de agresiones representa una peligrosa escalada en la confrontación entre Israel e Irán, que ya lleva once días de incesante conflicto. La ofensiva iraní se produce apenas unas horas después de que Israel atacara nuevos objetivos militares en suelo iraní, y en un contexto de crecientes advertencias directas de Teherán hacia Estados Unidos.
El origen de la última y explosiva chispa: esta escalada militar se desata tras los bombardeos masivos de Estados Unidos contra varias instalaciones del programa nuclear iraní en la madrugada del sábado al domingo. Unas acciones que han transformado el conflicto en una crisis de dimensiones regionales y con claras repercusiones globales.
El asalto nocturno estadounidense: bombarderos B-2, "bunker busters" y daño "monumental"
Los detalles de los ataques estadounidenses al programa nuclear iraní revelan una operación de gran envergadura y precisión:
El presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos atacó tres sitios nucleares en Irán el sábado. La misión involucró a más de 125 aeronaves, incluyendo siete bombarderos furtivos B-2 Spirit. Los B-2 emplearon bombas de penetración de artillería masiva (Massive Ordnance Penetrator), conocidas como "bunker busters", diseñadas específicamente para destruir instalaciones subterráneas y profundamente enterradas. Los ataques se concentraron en las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahan. Trump ha celebrado el "daño monumental" infligido a los sitios nucleares, afirmando que "la aniquilación es un término preciso". Destacó que el mayor impacto ocurrió "muy por debajo del nivel del suelo", con imágenes satelitales (como las proporcionadas por Maxar Technologies sobre Fordo) mostrando la devastación y estructuras "profundamente incrustadas en la roca". Aun así, el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, ha señalado que la evaluación completa de los daños sigue pendiente.
La retórica incendiaria: la venganza Irán-Israel y la advertencia a Washington
Las reacciones de los líderes mundiales no han tardado en llegar, elevando aún más la tensión y la retórica belicista:
El líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Jameneí, ha declarado con rotundidad en un mensaje de primera hora de la mañana que el "castigo" a Israel "continuará". Según Jameneí, Israel "ha cometido un grave error, ha cometido un gran crimen; debe ser castigado y está siendo castigado; está siendo castigado ahora mismo". En su declaración, Jameneí no mencionó directamente a Estados Unidos ni a Donald Trump. Por su parte, el presidente Donald Trump no solo ha celebrado el éxito de los bombardeos, sino que, por primera vez, ha sugerido abiertamente un "cambio de régimen" en Teherán. Un portavoz militar iraní ha acusado directamente a Trump de "empezar una guerra", advirtiéndole que serán los iraníes "los que la terminen". Esta retórica se suma a la declaración del máximo comandante de las Fuerzas Armadas iraníes de que "nunca retrocederán", anticipando "operaciones poderosas y dirigidas" con "consecuencias graves, lamentables e impredecibles".
Escribe tu comentario