El Vaticano exige explicaciones tras el ataque israelí a la única iglesia católica en Gaza

El templo, que funcionaba como refugio para cerca de 500 personas, fue alcanzado en medio de los bombardeos del ejército israelí en el marco de su ofensiva prolongada sobre Gaza. 

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Roma   Vaticano   002   Basilica de San Pedro

 

El Vaticano ha condenado con firmeza el ataque que el pasado 17 de julio alcanzó la iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, el único templo católico en la Franja, y ha exigido una investigación completa y transparente sobre lo ocurrido. El impacto de un proyectil israelí causó la muerte de al menos tres civiles —incluido un conserje de 60 años y una mujer de 84— y dejó nueve heridos, entre ellos el párroco argentino Gabriel Romanelli.

El templo, que funcionaba como refugio para cerca de 500 personas, fue alcanzado en medio de los bombardeos del ejército israelí en el marco de su ofensiva prolongada sobre Gaza. Este no es el primer incidente que afecta a la comunidad cristiana local: la iglesia ya había sido blanco de fuego en ocasiones anteriores, incluido un episodio en 2023 en el que una mujer murió por un disparo de francotirador.

“Una herida abierta para los cristianos de Tierra Santa”


El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, calificó el suceso como un hecho de "extrema gravedad" y cuestionó duramente la explicación preliminar de Israel, que atribuyó el bombardeo a un “error operativo” o “munición desviada”. Parolin subrayó que esa versión no es aceptable sin una investigación internacional seria, y denunció lo que considera un posible ataque intencionado contra una comunidad pacífica y minoritaria.

“La comunidad cristiana en Gaza ha actuado como un factor de moderación, de acogida y de protección en medio de la catástrofe humanitaria”, recordó Parolin, y advirtió que ataques como este dificultan cualquier vía hacia una tregua o solución humanitaria.

Lugares de culto, otra víctima del conflicto


Este nuevo ataque se suma a una larga lista de episodios en los que infraestructuras religiosas han sido bombardeadas durante la guerra, incluyendo mezquitas e iglesias de distintas confesiones. Organizaciones como Amnistía Internacional han señalado que la destrucción deliberada o desproporcionada de lugares de culto y patrimonio cultural puede constituir un crimen de guerra, según el derecho internacional humanitario.

Actualmente, las comunidades religiosas de Gaza viven una situación crítica. La parroquia de la Sagrada Familia no solo ofrecía cobijo espiritual, sino también refugio físico, alimentos y atención sanitaria básica en medio del colapso del sistema civil palestino.

Tensión diplomática y falta de transparencia


El suceso ha reavivado las críticas a la falta de transparencia del ejército israelí en sus operaciones en la Franja. Mientras continúa la presión internacional para establecer un alto el fuego duradero, los ataques a objetivos civiles y religiosos profundizan el aislamiento de Israel y comprometen aún más la posibilidad de negociación.

El Vaticano ha solicitado a Naciones Unidas y a organismos internacionales que se investigue el ataque, y ha ofrecido colaborar en tareas de mediación para proteger a las minorías religiosas atrapadas en el conflicto.

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