En un esfuerzo por intensificar la seguridad fronteriza, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, anunció que la totalidad del muro en la frontera sur de Estados Unidos será pintado de negro.
Una medida con doble propósito
Durante una conferencia de prensa en Santa Teresa, Nuevo México, frente a una sección del muro, Kristi Noem explicó la lógica detrás de la nueva capa de pintura. "Es alta, lo que la hace muy, muy difícil de escalar, casi imposible. También se adentra profundamente en la tierra, lo que la haría muy difícil, si no imposible, de cavar. Y hoy también la vamos a pintar de negro", declaró la secretaria.
La idea es que el color negro absorba más calor, una estrategia pensada para las altas temperaturas de la región fronteriza. Noem señaló que esta medida, solicitada específicamente por el presidente, hará que la estructura sea "aún más difícil para que la gente la escale". Además de su función disuasoria, la capa de pintura negra también servirá para proteger la estructura de acero del óxido, una ventaja adicional que contribuirá a la durabilidad del muro.
Tecnología y financiación
Esta medida se suma a otras tecnologías ya implementadas, como cámaras y sensores, que han contribuido a que las cifras de cruces ilegales caigan a sus niveles más bajos durante la administración de Trump. El costo total de la nueva capa de pintura no ha sido revelado. No obstante, se ha asignado un total de $46.5 mil millones para la construcción del muro en la "One Big Beautiful Bill Act", una ley que se estima financiará 700 millas adicionales de muro a lo largo de los 2,000 millas que separan a EE. UU. de México. Un portavoz del DHS explicó que la divulgación del costo de la pintura podría afectar futuras licitaciones.
Escribe tu comentario