Putin y Xi Jinping, cazados hablando sobre trasplantes de órganos y la inmortalidad
Los líderes de Rusia y China, obsesionados con la longevidad, sorprendieron con una charla captada en directo por la televisión estatal
El presidente ruso Vladimir Putin y el líder chino Xi Jinping mantuvieron un insólito intercambio sobre biotecnología, trasplantes de órganos y la posibilidad de alcanzar la inmortalidad. La conversación fue captada por un micrófono abierto durante el desfile militar celebrado en Pekín para conmemorar el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
En las imágenes transmitidas en directo, se escuchó al intérprete de Putin decir en chino: «La biotecnología está en continuo desarrollo». Poco después añadió: «Los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente. Cuanto más se vive, más joven se rejuvenece, e incluso se puede alcanzar la inmortalidad».
Xi Jinping respondió que algunos predicen que este siglo podría traer vidas humanas de hasta 150 años. Más tarde, Putin confirmó a la prensa que ambos habían conversado sobre cómo aumentar significativamente la esperanza de vida.
Tanto Putin como Xi han maniobrado políticamente para perpetuarse en el poder. En 2018, Xi eliminó los límites de mandato presidencial en China, mientras que el líder ruso modificó la legislación de su país para prolongar su permanencia al frente del Kremlin.
La longevidad es un tema recurrente en la élite rusa. En 2024, Putin ordenó crear un centro de investigación especializado en tecnologías contra el envejecimiento celular y en neurotecnologías. El proyecto está vinculado a Mijaíl Kovalchuk, un confidente cercano al presidente ruso, que lidera proyectos de impresión de órganos en laboratorio.
La hija mayor de Putin, la endocrinóloga María Vorontsova, también está implicada en investigaciones sobre prolongar la salud y recibió millonarias subvenciones estatales. Estados Unidos la sancionó en 2022 por dirigir programas de genética financiados por el Kremlin.
Durante la conversación, Putin y Xi caminaban junto al dictador norcoreano Kim Jong-un, quien los observaba sonriente. La escena, difundida en vivo por CCTV y replicada por agencias internacionales, coincidió con el mayor desfile militar jamás organizado en China, con 50.000 espectadores y la exhibición de tanques, drones, misiles nucleares y aviones furtivos.
En su discurso, Xi Jinping aseguró que China “nunca se dejó intimidar por ningún agresor” y calificó al país como “imparable”, en un mensaje de firmeza frente a Occidente.
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