El reciente resultado de las elecciones municipales en Renania del Norte-Westfalia, Alemania, ha enviado un mensaje claro y preocupante al panorama político nacional. Aunque la coalición gobernante a nivel federal mantiene su posición, el avance de la ultraderecha ha sido un hecho histórico.
El ascenso de la ultraderecha
Según las proyecciones del instituto demoscópico Infratest dimap para la cadena regional WDR, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) triplicó sus votos en comparación con las elecciones locales de hace cinco años. Con un histórico 16,4%, la AfD ha demostrado su capacidad para trasladar su éxito, tradicionalmente confinado al este de Alemania, a una región occidental más urbana y católica. Este crecimiento se alinea con el auge del partido a nivel federal, donde los sondeos lo colocan en una competencia directa con el bloque conservador de Friedrich Merz. El colíder de la AfD, Tino Chrupalla, calificó el resultado de "un gran éxito". A pesar de este avance, el "cordón sanitario" aplicado por otros partidos sugiere que la AfD no logrará gobernar ninguna alcaldía.
Un aviso al gobierno federal
El partido democristiano (CDU) de Merz mantuvo su primera posición con el 34,2%, un resultado casi idéntico al de 2020. El SPD se situó en segundo lugar con el 22,6%, un descenso respecto a las últimas elecciones. Estas elecciones municipales son particularmente importantes porque Renania del Norte-Westfalia es el estado más poblado de Alemania y el estado natal del canciller Friedrich Merz, por lo que se consideran un indicador de la temperatura política del país.
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