Vídeo - España actúa en la ONU: El Rey exige a Israel que pare la masacre y Sánchez le embarga las armas
La Asamblea General de Naciones Unidas refleja la tensión internacional y el impulso de acuerdos diplomáticos históricos. España lidera iniciativas frente a conflictos y protege a sus ciudadanos en misiones humanitarias.
La 80ª Asamblea General de Naciones Unidas se ha consolidado como el escenario central donde se define la agenda internacional del próximo año y se evalúa la capacidad de la comunidad global para actuar ante conflictos, crisis humanitarias y desafíos estructurales. Este año, el protagonismo de España ha sido notable: desde la tribuna de Nueva York, Felipe VI ha hecho un llamado inequívoco a la paz en Gaza y a la protección de los derechos humanos, mientras que Pedro Sánchez ha acompañado estas declaraciones con acciones concretas, incluyendo un embargo de armas a Israel, el envío de un buque de la Armada para proteger la flotilla humanitaria y el anuncio de Madrid como sede del próximo foro internacional contra el extremismo. La Asamblea, que reunió a líderes de todo el mundo, mostró la tensión latente en el orden internacional y la necesidad de transformar las palabras en compromisos prácticos.
La ONU como brújula moral y garante del derecho internacional
El secretario general António Guterres inauguró la sesión destacando la relevancia del multilateralismo y la ONU como garante de la paz y los derechos humanos. Su mensaje fue claro: "Las Naciones Unidas son más que un lugar donde hacer reuniones. Son una brújula moral y un faro de derechos humanos en un mundo sacudido por conflictos".
Guterres hizo especial énfasis en la guerra en Ucrania y la crisis humanitaria en Gaza, recordando que "incluso hoy, las guerras se expanden con un nivel de barbarie que prometimos que no permitiríamos nunca". Señaló la necesidad de aplicar las medidas provisionales dictadas por el Tribunal Internacional de Justicia para prevenir posibles genocidios, y celebró avances como los altos el fuego entre Camboya y Tailandia y el acuerdo entre Azerbaiyán y Armenia, como prueba de que la diplomacia multilateral puede generar resultados tangibles.
En su discurso, Guterres hizo un llamado a la comunidad internacional a comprometerse con la paz duradera y con la aplicación del Derecho Internacional como piedra angular de la resolución de conflictos. Este planteamiento sienta las bases para la acción española, que ha sido consistente tanto en palabras como en medidas concretas durante la Asamblea.
Felipe VI: un llamamiento histórico por Gaza
El discurso del Rey Felipe VI fue uno de los más contundentes y cargados de simbolismo moral. Desde la tribuna, Felipe VI hizo un llamado directo al Gobierno de Israel para que detenga la violencia en Gaza: "Detengan ya esta masacre. No más muertes en nombre de un pueblo tan sabio y tan antiguo, que tanto ha sufrido a lo largo de la historia".
El monarca subrayó que España no puede permanecer indiferente ante la devastación humanitaria: "No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante tantas muertes entre la población civil; o ante la hambruna y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas". Asimismo, afirmó que los actos cometidos en Gaza repugnan a la conciencia humana y que están en las antípodas de los valores de la ONU.
Felipe VI reforzó la dimensión histórica y cultural de su mensaje, recordando los lazos entre España y el pueblo judío y el reconocimiento de los descendientes de sefardíes a través de la ley de 2015: "Cuando hablamos al pueblo de Israel, estamos hablando a un pueblo de hermanos". Finalmente, reclamó la plena aplicación del Derecho Internacional Humanitario y la entrega inmediata de ayuda humanitaria, un alto el fuego garantizado y la liberación de rehenes de Hamás, enfatizando la necesidad de una solución duradera que contemple la coexistencia de Israel y Palestina.
Pedro Sánchez: acción política y medidas concretas
Pedro Sánchez combinó un discurso firme con decisiones políticas de impacto inmediato. Además de respaldar el mensaje de Felipe VI, anunció que España no permitirá la comercialización de armamento con Israel mientras continúe la ofensiva: "El Gobierno de España exige que se cumpla la ley internacional y que se respete el derecho de nuestros ciudadanos a navegar por el Mediterráneo en condiciones de seguridad".
En apoyo a la Global Sumud Flotilla, que transporta ayuda humanitaria a Gaza, Sánchez anunció el despliegue de un buque de acción marítima de la Armada desde Cartagena para garantizar la protección de los tripulantes y el rescate en caso de ataques: "El buque contará con todos los medios por si fuese necesario asistir a la flotilla y realizar algún rescate". Esta medida se suma a iniciativas de otros países, como Italia, que ya ha enviado una fragata para proteger a sus ciudadanos en la flotilla.
Además, Sánchez anunció que Madrid será la sede del próximo foro internacional contra el extremismo en 2026, reforzando la cooperación con líderes de Brasil, Chile, Colombia y Uruguay, así como la creación de redes de centros de pensamiento democrático y progresista: "Mirarem d'estar a l'altura". Los acuerdos del foro incluyen colaboración en gobernanza tecnológica al servicio de las personas y lucha contra la desinformación climática, con un énfasis especial en mayor participación de mujeres y países asiáticos.
Acuerdos y traducción práctica
La Asamblea de la ONU produjo una serie de acuerdos que trascienden el plano discursivo y se traducen en acciones concretas:
Red de centros de pensamiento democrático y progresista: Estos centros permitirán desarrollar políticas públicas y estrategias de cooperación internacional sobre derechos humanos, gobernanza tecnológica y prevención de conflictos, convirtiendo ideas en programas de acción efectiva.
Protección de la Global Sumud Flotilla: La solicitud de escolta marítima y presencia diplomática se traduce en despliegues de buques y observadores, garantizando que la ayuda humanitaria llegue sin interferencias y se cumplan las resoluciones internacionales.
Embargo de armamento a Israel: La prohibición de venta de armas y productos de doble uso, junto con la denegación de tránsito por puertos españoles y espacio aéreo, demuestra cómo los compromisos internacionales se aplican mediante sanciones y medidas concretas de política exterior.
Alto el fuego y resolución de conflictos: Las resoluciones adoptadas sobre Ucrania y Gaza buscan presionar a las partes para cesar la violencia, crear corredores humanitarios y proteger a la población civil, traduciendo los compromisos diplomáticos en resultados tangibles, siempre bajo supervisión internacional.
Cooperación contra el extremismo y la desinformación climática: La colaboración entre Estados permitirá implementar programas educativos, tecnológicos y de comunicación que promuevan información verificada y prevengan la radicalización y el impacto de la desinformación.
Contexto geopolítico y riesgos
La Asamblea también puso de relieve las tensiones entre grandes potencias. Donald Trump criticó el reconocimiento unilateral de Palestina por varios Estados, calificándolo como "una recompensa a los terroristas de Hamás", y amenazó con imponer aranceles a Rusia si no avanza en la negociación de paz en Ucrania. Por su parte, Moscú defendió su postura y destacó la disposición de Putin a negociar bajo condiciones previas, calificándose como un "os real": "Rússia és un os real", afirmó Dimitri Peskov.
España, a través de Sánchez, insistió en la necesidad de unidad frente a violaciones del espacio aéreo europeo y de la ilegalidad internacional: "Si renunciamos a estos principios, estaremos abriendo la puerta a nuevas crisis y conflictos en el futuro".
Estas tensiones muestran que, si bien la ONU ofrece un marco para la diplomacia y la cooperación, los compromisos dependen de la voluntad de los Estados y de la capacidad de la comunidad internacional para hacerlos cumplir.
Palabras que se traducen en acción
La 80ª Asamblea General de la ONU ha demostrado que la organización sigue siendo un espacio vital para articular soluciones ante conflictos y crisis humanitarias. España ha consolidado su liderazgo internacional con un enfoque práctico y ético: Felipe VI defendiendo los derechos humanos y la protección de civiles, y Pedro Sánchez implementando medidas concretas que incluyen el embargo de armamento, la protección de flotillas humanitarias y la organización de foros internacionales de cooperación.
Los acuerdos alcanzados muestran que la ONU no solo sirve para debatir, sino que permite transformar compromisos en acciones tangibles, desde protección de civiles hasta regulación tecnológica y lucha contra la desinformación. Si bien los desafíos geopolíticos persisten, la Asamblea evidencia que la combinación de diplomacia firme y medidas prácticas puede generar resultados concretos, protegiendo vidas y promoviendo un orden internacional más justo y estable.
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