El Gobierno de Marruecos ha elevado a tres la cifra provisional de fallecidos en las protestas convocadas desde el fin de semana para reclamar mejoras sociales para los jóvenes, en las que tanto el Ministerio de Interior como la Fiscalía han asegurado que se están produciendo actos de vandalismo que pueden acarrear penas de hasta cadena perpetua.
Los tres fallecidos corresponden a una actuación policial en respuesta a un supuesto asalto contra un post de la Gendarmería en Laqliaa, una localidad situada en las afueras de Agadir, en el sur de Marruecos. El portavoz del Ministerio de Interior, Rachid el Khalfi, alegó que los gendarmes han actuado en legítima defensa, informa el diario 'Le Matin'.
El portavoz actualizó el registro de las movilizaciones para elevar a 354 los heridos, de los que 326 corresponden a miembros de las fuerzas de seguridad, y advirtió de que más del 70 por ciento de los participantes en estas protestas serían menores de edad.
El Gobierno marroquí estima que casi 80 establecimientos han sufrido algún ataque y un portavoz de la Fiscalía, Ahmed Ouali Alami, ha señalado en unas declaraciones a la agencia de noticias ofciial MAP que "los actos de vandalismo, incendio o violencia" contra propiedades públicas o privadas o cualquier atentado contra la integridad física de otros.
Son actos que "nada tienen que ver con la libertad de expresión, sino que son delitos punibles según el Código Penal", añadió, al hacer referencia a una horquilla de penas que puede oscilar entre los 10 y los 30 años de cárcel y, si hay "circunstancias agravantes", son susceptibles de derivar incluso en cadena por.
Sin embargo, el movimiento Gen Z 212, uno de los impulsores de esta ola de movilizaciones que comenzó el fin de semana, ha anunciado nuevas "manifestaciones pacíficas" este jueves, en un mensaje por las redes sociales en el que ha expresado su rechazo a "cualquier forma de violencia, altercado o destrucción de bienes públicos o privados".
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