El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a exaltarse y ha amenazado con imponer un aumento "masivo" de aranceles a los productos chinos que ingresan a EEUU en respuesta a las recientes acciones de Pekín, incluyendo los mayores controles a la exportación de tierras raras, que el inquilino de la Casa Blanca ha tachado de "muy hostiles", llegando a poner en duda la oportunidad de reunirse a final de mes con el presidente chino, Xi Jinping.
A través de la red TruthSocial, el presidente de EEUU ha afirmado que "¡están sucediendo cosas muy extrañas en China!", después de que el gigante asiático haya informado de su intención de imponer controles de exportación a todos los elementos de producción relacionados con tierras raras, "y prácticamente a cualquier otra cosa que se les ocurra, incluso si no se fabrica en China".
"Se están volviendo muy hostiles", ha acusado Trump, indicando que Pekín estaría enviando cartas a países de todo el mundo para detallar los elementos afectados, algo que para el líder estadounidense congestionaría los mercados y dificultaría la vida a prácticamente todos los países del mundo, especialmente a China.
"Otros países se han puesto en contacto con nosotros, indignados por esta gran hostilidad comercial, que surgió de la nada", ha asegurado Trump, destacando que la relación entre EEUU y China en los últimos seis meses "ha sido muy buena", lo que, en su opinión, hace que esta decisión comercial sea "aún más sorprendente".
"No se debe permitir que China mantenga al mundo 'cautivo', pero ese parece haber sido su plan desde hace tiempo", ha subrayado el presidente de EEUU en referencia a las maniobras de Pekín respecto de las tierras raras y otros elementos que China habría acumulado "hasta alcanzar una especie de monopolio, una maniobra bastante siniestra y hostil, como mínimo".
En este sentido, Trump no ha dudado en advertir de que Estados Unidos también tiene "posiciones de monopolio", mucho más sólidas y de mayor alcance que las de China. "Simplemente no he optado por usarlas; nunca tuve una razón para hacerlo, ¡HASTA AHORA!", ha añadido.
De tal modo, dependiendo de lo que diga China sobre la "orden" hostil que acaba de imponer, Trump ha advertido de que, como presidente de EEUU, se verá obligado a contrarrestar su acción, apuntando que "por cada elemento que ellos han podido monopolizar, nosotros tenemos dos".
"Nunca pensé que llegaría a esto, pero quizás, como con todo, ha llegado el momento", ha asegurado, añadiendo que, una de las políticas que se están calculando en este momento es un "aumento masivo de aranceles" a los productos chinos que ingresan al mercado estadounidense, aunque ha asegurado que "hay muchas otras contramedidas que también se están considerando seriamente".
"En última instancia, aunque potencialmente doloroso, será algo muy positivo para Estados Unidos", ha defendido.
Por otro lado, Donald Trump, ha indicado que, a pesar de tener previsto reunirse con el presidente de China, Xi Jinping, en dos semanas, durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, "ahora parece que no hay motivo para hacerlo".
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