En el clip, que ya ha sido retirado, Pujol y una amiga recorrían lo que describen como "el barrio más chungo de Barcelona", en referencia a la Florida. Las declaraciones en el vídeo, con frases como "huele a kebab" o que los vecinos les "clavan miradas", han sido calificadas de "clasistas" y han generado una ola de críticas en las redes sociales.
La creadora de contenido, con 1,6 millones de seguidores, pretendía que el vídeo fuera el primero de una serie sobre "barrios chungos". Sin embargo, el contenido ha sido criticado por su tono estigmatizador y por la generalización que hace de los barrios populares. Además, algunos usuarios han señalado que el recorrido de las influencers no se limita a la Florida, sino que también incluye zonas de Pubilla Cases y Can Vidalet, este último ya en el municipio de Esplugues de Llobregat.
La respuesta institucional y ciudadana
El vídeo ha provocado una respuesta contundente por parte de la ciudadanía y las instituciones. El alcalde de L'Hospitalet, David Quirós, ha reaccionado a la polémica con un vídeo en el que reivindica el espíritu de la ciudad y el esfuerzo de sus vecinos. "Aquí no hacemos postureo, hacemos barrio y hacemos ciudad", ha afirmado Quirós, subrayando que en la Florida, uno de los barrios con mayor densidad de población de Europa, hay "más historias de superación que las que caben en un vídeo cutre de TikTok". En declaraciones a RAC1, el alcalde ha mostrado su preocupación por la normalización de discursos "clasistas" y "racistas" que, según él, son aplaudidos por "la extrema derecha". Por su parte, la influencer Mariona Pujol ha pedido disculpas de forma privada al Ayuntamiento y ha retirado el vídeo, poniendo fin, al parecer, a la serie de contenidos sobre "barrios chungos". A pesar de sus intenciones, la polémica ha amplificado la visibilidad del vídeo, aunque de una forma no deseada.
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