Bruguera celebra el 75 aniversario de Carpanta, un personaje emblemático de los tebeos de posguerra

Hay un género de narrativa que es la narrativa ilustrada, lo que en lenguaje coloquial denominamos historietas y que se publica en forma de libros o revistas. Ahora los conocemos con el anglicismo de cómics, pero en español canónico, porque el término popular fue consagrado por el diccionario de la Real Academia, se denominaron siempre tebeos. Yo no sé si hay alguien que se haya ocupado de analizar la vida española de la posguerra, e incluso durante el conjunto del período franquista, a través e los tebeos y de sus personajes, pero el tema merecería una buena investigación que daría resultados sorprendentes. Porque lo cierto es que aquellas historietas y sus protagonistas constituían, por lo general, un retrato fidelísimo -eso sí, satirizado, aunque a la vez atemperado por un humor pretendidamente infantil- de la realidad social del país.

En el amplio abanico de personajes hubo uno que expresó el peor de los problemas que hubieron de soportar durante muchos años los españoles: el hambre, cuya expresión más fehaciente era la existencia de las cartillas de racionamiento. Pero los medios informativos no podían tratar, más que muy elípticamente, de este tema, porque la censura con toda seguridad no lo habría permitido. Con una excepción: los tebeos. Y ahí radica el origen de un personaje creado por José Escobar llamado Carpanta, que se popularizó en la revista “Pulgarcito” y que durante muchos años se pasó la vida haciendo manifiesta su hambre y soñando con ingerir pollos enteros, que entonces era uno de los manjares más exquisitos.

La nueva Editorial Bruguera ha atinado en observar que Carpanta cumplía 75 años desde su nacimiento y ha seleccionado un conjunto de historietas que se publicaron en su momento y se han reproducido en forma de álbum conmemorativo con el título de “Carpanta 75 aniversario”, con comentarios Paco Roca y Jordi Canyissà. Reúne la obra de Escobar elaborada en diferentes épocas, circunstancia que es posible apreciar tanto en el contexto (fondos, vestimenta de los personajes secundarios, etc.), como en los “bocadillos” o textos, que inicialmente escribió con su propia pluma y luego lo fueron de forma mecánica. También es apreciable una evolución en la temática, pues no falta alguna historieta que hoy sería impensable -por políticamente incorrecta- como la titulada “Carpanta y los antropófagos”.  

Hay que anotar, además, el curioso detalle que el amigo más fiel de Carpanta fue Protasio, un individuo de barriga prominente, aunque su personaje más contrapuesto fue sin duda el protagonista de otra serie diferente de historietas: Gordito Relleno. Porque en aquella sociedad hambrienta en la que nació Carpanta, también había quienes les sobraba la comida. Tal cual ocurre ahora mismo.