Wendy Guerra fabula sobre el mundo de la moda en “La costurera de Chanel”

La escritora cubana imagina la relación creativa que habría surgido entre una modista de Arcachon que encuentra su alter ego en Coco Chanel

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Libros.La costurera de Chanel

 

Chanel es un nombre que constituye una referencia inexcusable en el mundo de la moda porque identifica a la mujer famosa que, elevándose desde unos orígenes familiares muy modestos, se consagró como la modista que revolucionó durante el pasado siglo la imagen femenina. Pero evoca también el recuerdo de una persona compleja, con rasgos plenos de anfractuosidades y no pocas contradicciones. La escritora cubana Wendy Guerra crea en su novela “La costurera de Chanel” (Lumen) un paralelismo entre la Gabrielle/Coco real y la Simone Leblanc imaginada, una modista de Arcachon que hereda la capacidad creativa de su madre y de su abuela y a la que el azar empareja con la gran modista parisina en una asociación en buena medida gratificante, pero a la vez no exenta de complicaciones y enfrentamientos. Es un mundo esencialmente femenino en el que entran también Teresa, la antigua asistenta y mujer de confianza de Simone, y su hija Wina, por lo que a los hombres corresponde ocupar un lugar secundario o vicario, tal cual les ocurre al conde Alexander Lubowski o a las parejas de Coco (Boy Capel, el duque de Westminster, el barón alemán Hans Gunther von Dincklage)

“La costurera de Chanel” describe los ambientes selectos de Francia desde el período anterior a la guerra europea hasta la etapa posterior a la segunda guerra mundial, un tiempo en el que las dos amigas imponen una nueva y revolucionaria visión de la moda femenina que rompe con el imperio del corsé y apuesta por, entre otras novedades revolucionarias, los pantalones. Todo ello en un proceso creativo en el que la autora describe las virtudes y cualidades de los tejidos seda, lana, muselina, lino, algodón) y los asocia con los olores, de tal forma que lleva a Chanel a crear su famoso perfume número 5 porque “traducir la costura al aroma es como hacer del poema una novela y cantarla luego en una ópera”.

Wendy Guerra utiliza un bello lenguaje literario que sazona con imágenes sugerentes que tratan de inducir al lector en la compleja personalidad femenina de las dos protagonistas, capaces de compartir el lecho y los proyectos creativos, pero también de distanciarse y, en el caso de Chanel, de destruir su propia obra antes de que caiga en manos extrañas. Fiel a su origen, la autora conduce a Simone finalmente Cuba, de donde quiere que proceda familiarmente la Teresa que forma parte esencial de su vida familiar y personal con lo que rinde tributo a su isla natal en esta novela que se lee con agrado.  

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