“Saharauis, cubarauis y guayetes”: cómo influyó el hasanía en el español del Sáhara Occidental
Un ensayo sobre los términos más frecuentes que, procedentes del árabe hasanía o fruto de la jerga colonial, se incorporaron literariamente a la lengua española hablada y escrita en el Sáhara Occidental
Todo proceso colonial supone un amplio abanico de interacciones entre la potencia colonial y el pueblo colonizado. Algunas de las más duraderas y positivas son las de carácter cultural y muy principalmente la referida al idioma de colonizador que acaba siendo asumido con naturalidad por la sociedades locales, en algunos casos actuando incluso como elemento de cohesión y/o de diferenciación con respecto a sus vecinos.
La presencia española en el Sáhara Occidental configuró una sociedad que asumió la lengua española como su segundo idioma y, más aún, como un valioso elemento de su propia identidad nacional que le permite distinguirse de todos los países vecinos que son de expresión francófona. Al punto que el escritor saharaui Bahia Mahmud Awah ha llegado a decir que “la lengua española fue la mejor herencia que nos dejó la colonización”.
Por otra parte, la convivencia secular del español y el hasanía, que es la variante del árabe propia del País Bidán (Sáhara Occidental, Mauritania, sur de Marruecos, oeste de Argelia, norte de Mali), ha producido, además, otro fenómeno, no por frecuente menos curioso, y es el de la interacción habida entre ambos idiomas, que se han ido prestado términos y creado un vocabulario peculiar fruto de una transliteración continuada y espontánea. Bastará con recordar dos ejemplos paradigmáticos: saharaui y jaima. En el primer caso, el gentilicio español de Sáhara es sahariano, pero ha acabado imponiéndose saharaui que es un término de origen árabe. Igual ocurre con jaima, en español tienda de campaña, término que nadie utiliza para referirse al habitáculo propio de los habitantes del desierto. La implantación de dichos vocablos ha sido tan intensa que ambos fueron incorporados ya al Diccionario de la RAE.
Pero existen muchos otros términos que han alcanzado una utilización tan generalizada que es fácil detectarlos en numerosas obras producidas tanto por autores españoles, como saharauis. También los hay de origen incierto, desconocido o fruto de la jerga colonial, pero todos ellos utilizados con asiduidad en el habla común y en su expresión literaria. El ensayo en cuestión recoge hasta un centenar de los de uso más generalizado, analizando su origen y significado/s, y respaldando su implantación real con el refrendo de numerosas citas literarias.
Se quiere con ello conservar un léxico peculiar tal como es utilizado en el África Occidental y más concretamente en el único país árabe de cultura hispanófona, el Sáhara Occidental, una realidad fecunda que enriquece el idioma común y compartido por más de 500 millones de personas.
Todo ello ha sido estudiado por Pablo-Ignacio de Dalmases, con la colaboración del Dr. Larosi Haidar, en “Saharauis, cubarauis y guayetes. Arabismos, neologismos y curiosidades de la lengua española en el Sáhara Occidental” (Carena).
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