“Juntos antes que anochezca”, un revelador texto de la literatura LGTBI africana en español

Chis Ada, joven escritor ecuatoguineano, describe con crudeza las crueles condiciones que el Estado y los prejuicios sociales imponen a la comunidad gay del único país de África negra de lengua española

|
Juntos antes que anochezca
Juntos antes que anocheza - Imagen del libro

 

La paulatina introducción en el mundo editorial español de las literaturas africanas produce inesperadas sorpresas que todo hay que decirlo, son con harta frecuencia difícil de descubrir y hay que esperar a encontrarlas por casualidad. Como es el caso de una naciente corriente literaria vinculada al movimiento LGTBI en Guinea Ecuatorial, el único país de África negra y uno de los dos únicos del continente africano que hablan español. Buena prueba de ello son tres nombres. El más consagrado, con varios títulos publicados en su haber, el de Trifonia Melibea Obono, pero también los de Gonzalo Abaha y de Chis Ada (seudónimo literario Fidel Cristóbal Nzeng-Nsué Ada) Este último es autor del relato corto “Juntos antes que anochezca” (título tributario, cabe suponer que no por casualidad, de las memorias del escritor cubano Reinadlo Arenas) en buena medida revelador sobre el cruel maltrato y lamentable marginación que sufre la comunidad gay en dicho país.

Chris Ada
Chris Ada

“Esas costumbres no son africanas” le dice su padre a Dashis, un joven gay ecuatoguineano, estudiante universitario e hijo de un prestigioso general, que intenta “curar” a su hijo de su homosexualidad llevándole a un burdel. Cuando descubre que no ha conseguido su propósito, le expulsa del domicilio familiar ante la inacción de la propia madre y el muchacho tiene que sobrevivir prostituyéndose y soportando toda suerte de humillaciones para acabar al cabo de cierto tiempo encontrando el amor junto a un profesor español con el que no puede culminar el deseo compartir de marchar ambos a España porque ambos son encarcelados y obligados a vivir una dramática experiencia.

Según el relato del autor, el desprecio que soportan los ecuatoguineanos gais alcanza tal calibre que todo desafuero es permisible con ellos. Desde la expulsión del propio seno familiar al desprecio social, las humillaciones constantes y preferiblemente públicas, pasando por torturas, vejaciones y encarcelamientos. Lo más notable del caso es que esta marginación va acompañada de un gigantesco aparato de hipocresía en virtud del cual las personas “normales” pueden utilizar el cuerpo de los gais para su disfrute sin que ello empañe su supuesta “hombría”.

Un mundo kafkiano dominado por una moral perversa que entremezcla el rigor de la tradición católica con los prejuicios ancestrales de la etnia fang y que considera que la homosexualidad es, en todo caso, un fenómeno ajeno a la personalidad africana, una “cosa de blancos” exclusivamente.

Porque, como dice Trifonia Melibea en sus palabras introductorias "el libro se rebela contra la idea de que la homosexualidad «no es de aquí» y que «los blancos son los que hacen estas cosas»”. Y es que, como la escritora confiesa sin ambages, “Guinea Ecuatorial es un país intolerante con la diversidad: la diversidad étnica, la diversidad racial, la diversidad religiosa, la diversidad afectivo-sexual, la diversidad económica”.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA