Los vecinos de Vilacolum, en el municipio de Torroella de Fluvià (Alt Empordà), han dicho basta. Tras múltiples ataques de un grupo de perros sin el debido control por parte de su propietario, han convocado una concentración de protesta este domingo frente al Ayuntamiento. "No podemos seguir viviendo con miedo", denuncia Vanessa Cabeza Olmos, presidenta de la asociación de vecinos, a TV3.
El caso más grave fue el de Lis, quien sufrió 58 mordeduras en piernas, brazos y espalda cuando fue atacada por cinco perros mientras corría. "Intenté huir, pero me rodearon y mordieron sin cesar", relata la víctima, que aún arrastra secuelas físicas y psicológicas tras tres meses de tratamiento.
Antes de este brutal ataque, los mismos perros ya habían agredido a otra mujer, Teresa, que tuvo que recibir 22 puntos de sutura.
El Ayuntamiento de Torroella de Fluvià asegura que ha tomado medidas dentro de sus competencias, obligando al propietario a legalizar los animales y sus instalaciones, además de declarar peligrosos a los cinco perros implicados. Sin embargo, los vecinos consideran estas acciones insuficientes y temen que se produzca una tragedia.
"¿Tenemos que esperar a que pase algo peor?", lamenta Teresa, impotente ante la falta de soluciones efectivas.
La protesta vecinal busca presionar a las autoridades para que refuercen el control y eviten nuevos ataques. Mientras tanto, la comunidad sigue en vilo, atrapada en una pesadilla que parece no tener fin.
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